_
_
_
_

Julie Andrews desvela que sufrió una depresión al perder la voz

La actriz, que se sometió a varias operaciones sin éxito, ha contado que para ella "el canto era lo más importante" y cómo recondujo su carrera escribiendo cuentos infantiles

Julie Andrews, el pasado 4 de septiembre en Venecia.
Julie Andrews, el pasado 4 de septiembre en Venecia.Laurent Vu (CORDON PRESS)
Más información
Julie Andrews recibe un León de Oro Honorífico
Emily Blunt o Julie Andrews, ¿quién es la mejor Mary Poppins?
Julie Andrews proyecta su regreso a los escenarios

La voz es el instrumento fundamental para un actor y si, además, también es cantante, lo es todavía más. De ahí que la actriz Julie Andrews pasara incluso por una depresión cuando pensaba que había perdido la suya hace dos décadas. 

Así lo ha contado en una entrevista en el último número de AARP Magazine. Corría 1997 y la intérprete de Sonrisas y Lágrimas estaba actuando en un musical de Broadway, en Nueva York. Entonces, notó ciertas molestias en su voz y tuvo que acudir rápidamente al médico, que le descubrió nódulos, pero por suerte de carácter no cancerígeno. Sin embargo, tuvo que ser operada por ellos, y ahí llegó el problema. 

"Cuando me desperté de la operación para que me quitaran un quiste en las cuerdas vocales, había perdido mi voz de cantante", rememora. "Caí en una depresión, sentí que había perdido mi identidad". Su problema fue tan grave que en 1999 incluso decidió denunciar a los médicos que la habían operado en el hospital Mount Sinai de Nueva York, puesto que le habían prometido que podría volver a cantar en seis semanas y dos años después de la operación no la había recuperado. "Cantar ha sido un don precioso, y mi incapacidad para hacerlo ha supuesto un golpe devastador", dijo entonces. Pero no ha sido hasta ahora cuando ha hablado sobre la gravedad de cómo le afectó aquello.

Andrews ha tenido que enfrentarse a diversas operaciones a lo largo de los años, aunque ninguna ha terminado de curar su problema. "Pero por suerte eso ocurrió cuando nos pidieron a mi hija Emma y a mí que escribiéramos libros para niños", rememora ahora sobre el proyecto que lanzó junto a su hija mayor, fruto de su matrimonio con el diseñador de producción Tony Walton; después tuvo otras dos, Amy y Joanna, junto al guionista, director y productor Blake Edwards, fallecido en 2010. "Así que empecé una nueva carrera profesional a mediados de los años sesenta. Y eso fue una sorpresa maravillosa".

Andrews, recogiendo el León de Oro en Venecia.
Andrews, recogiendo el León de Oro en Venecia.CORDON PRESS

"Habría sido una señora muy triste si no hubiera tenido una voz en la que apoyarme. El canto fue lo más importante de todo, y no quiero ponerme intensa hablando de la increíble pérdida que habría sido no haberla tenido", confiesa. Sin embargo, también le hubiera disfrutado teniendo otras habilidades. "Me habría encantado saber pintar", relata en esta entrevista. "Y ser una buena cocinera, pero soy terrible. No tengo paciencia para ello. Pero tengo que decir que soy muy buena silbando, muchos cantantes lo son".

Sin embargo, ahora, recién cumplidos los 84 —llegó a esa cifra el 1 de octubre— reconoce que sigue pareciéndole raro no poder cantar. "Sí, la verdad es que lo echo de menos", confiesa. Por ello ahora sus papeles están más centrados en la actuación y en el doblaje (como hizo en las sagas de animación de ShrekGru) y han dejado de lado el canto. 

La británica se hizo conocida a mediados de los años sesenta por papeles en los que mezclaba su capacidad interpretativa y también la vocal, como el de la dulce novicia María de Sonrisas y Lágrimas o el de Mary Poppins en la cinta homónima, por el que ganó un Oscar como Mejor actriz principal, premio al que ha optado en dos ocasiones más. También ha logrado ocho nominaciones (y dos premios) al Emmy y 13 a los Globos de Oro, galardón que ha recogido en cinco ocasiones (por Mary Poppins en 1965, Sonrisas y Lágrimas en 1966, Víctor o Victoria en 1983 y dos veces consecutivas como favorita del público, en 1967 y 1968). Este pasado septiembre ha recogido el León de Oro de Honor del Festival de Cine de Venecia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_