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El patrimonio de Aretha Franklin respalda una investigación sobre el cáncer de páncreas

La cantante murió en agosto de 2018, a los 76 años, después de una larga batalla contra un tumor neuroendocrino, que solo afecta al 7% de los pacientes que padecen la enfermedad

La cantante Aretha Franklin, en Filadelfia, en 2010.
La cantante Aretha Franklin, en Filadelfia, en 2010.Matt Rourke (AP)
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Un año después de la muerte de Aretha Franklin por un cáncer de páncreas, se ha conocido que parte de su patrimonio ha sido destinado a la investigación del tumor raro que acabó con su vida. La reina del soul murió el 16 de agosto de 2018 después de una batalla con un tumor neuroendocrino (NET) en el páncreas, una forma de cáncer que es la causa de solo el 7% de los casos de cáncer de páncreas. Se trata de la misma enfermedad que también afectó al creador de Apple, Steve Jobs, que murió de manera similar en 2011.

La asociación Red Informal de Mujeres de Detroit y la familia de la cantante realizaron una donación de 1,5 millones de dólares a la Fundación de Investigación del Tumor Neuroendocrino (NETRF) con sede en Boston, denominado el Fondo Aretha Franklin para la investigación del Cáncer Neuroendocrino. “La familia Aretha Franklin tiene el honor de asociarse con NETRF para ayudar a recaudar fondos para la educación y la investigación de esta enfermedad devastadora que afecta a nuestros seres queridos demasiado pronto”, dijo Sabrina Owens, sobrina de Aretha Franklin y representante de la familia, en un comunicado.

Owens aprovechó para abrir la donación a aquellos que estén interesados en participar. “Alentamos a sus amigos, admiradores y seguidores a que quieran contribuir a esta causa, para que llegue el momento de que se pueda erradicar estos tumores. Creemos que esto es posible. ¡Ten fe y únete a nosotros en este esfuerzo”, solicitó la sobrina de la diva.

Franklin fue diagnosticada por primera vez con la enfermedad en 2010 y, acostumbrada a mantener su vida privada en un discreto planto, evitó los rumores sobre su salud durante años. La semana pasada, con motivo del aniversario de su muerte, uno de los oncólogos que trató a Franklin hasta su muerte, el doctor Philip A. Philip, contó a Associated Press cómo vivió la diva su enfermedad. “Ella vivía a toda velocidad, ni siquiera se quejaba", dijo Philip, quien vio por primera vez a Franklin a principios de 2011 y era su médico de registro en el momento de su muerte. “Nunca mostró signos de que podría darse por vencida... hasta ya casi al final".

“Aretha como una persona que luchaba contra el cáncer, tenía mucha curiosidad, estaba muy tranquila. Tenía esperanzas, era optimista. Esta era una especie de actitud suya. No dejó que el cáncer la paralizara. Ella no tenía la sensación de que el cáncer era el centro principal de su vida ”, añadió la doctora Shah, quien también trató a la intérprete. “Ella vivió su vida de la manera más simple, bella y plena posible todos los días. Para nosotros, fue un viaje muy inspirador de varios años con ella ".

Esta donación ha vuelto a poner en el foco de atención en la herencia Aretha Franklin, quien dejó una fortuna estimada en unos 70 millones de euros. A los pocos días de su muerte se dijo que la diva no tenía ningún testamento ni documento legal que explicara qué pasaba con su ingente legado. De hecho, apenas una semana después de su muerte se empezó a conocer que esa falta de decisión ya estaba generando tensiones familiares y dividiendo, por un lado, a los cuatro hijos de la cantante —Clarence Franklin, de 64 años, al que tuvo con apenas 13 años; Edward Franklin, de 62; Ted White Jr, de 55, y Kecalf Cunningham, de 48—, que tratarían de dividir su patrimonio en cuatro partes iguales; y a quien había sido su pareja, que no marido, durante las últimas tres décadas, Willie Wilkerson, de 70 años, que por tanto quedaría al margen de dicho reparto. Los cuatro retoños de la artista nunca vieron con buenos ojos a este exbombero, y ella canceló su boda con él en dos ocasiones.

Sin embargo, el pasado mes de mayo, el abogado de la familia confirmaba la existencia de tres testamentos, escritos del puño y letra de la cantante, de los que se sigue sin conocer si tienen o no alguna validez legal. También está pendiente de resolverse los problemas que la diva, una vez fallecida, tuvo con Hacienda. La llamada IRS, el fisco estadounidense, le reclama unos 5,5 millones de euros a causa de una serie de impuestos atrasados que debía entre los ejercicios de 2012 y 2018.

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