La distancia, el anonimato
En el cara a cara el engaño es menos frecuente, la persona que habla se expresa con gestos y con palabras. Las palabras pueden ser fácilmente engañosas, los gestos difícilmente lo son. Y además el autor del mensaje está presente. Tienes al responsable. Muchos mentirosos, si los tienes delante, no se arriesgan. En el cuerpo a cuerpo, la violencia es más difícil. Si le ves la cara a tu adversario, es más difícil agredirle. Si no le ves la cara, y sabes que difícilmente te pedirán responsabilidades, es más fácil engañarle. Ahora la agresión y la mentira te llegan a menudo, desde la distancia, y desde el anonimato. Ahora nos seguimos comunicando, pero poco cara a cara. Nos seguimos peleando, pero poco cuerpo a cuerpo. Y seguimos buscando información, pero no la buscamos en las personas próximas. Muchísima llega de fuentes muy alejadas.
Martín Martínez Martínez. Barcelona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.