Cambio climático: ironías y distopías
Año 1980: hablar del tiempo está considerado como la típica “conversación de ascensor”, ejemplo de toda cuestión intrascendente y baladí, un tema de usar y tirar.
Año 2030 y siguientes: hablar del tiempo es el asunto más importante en cualquier foro internacional, la única cuestión que trasciende a países, creencias o ideologías, el verdadero problema en el que nos lo jugamos todo. A su lado, cualquier otro tema de conversación resulta trivial.
Arturo Redín
Pamplona
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