Imperativo legal
El transcurrir de la política en Occidente nos ha deparado un nuevo imperativo: el imperativo legal. Parece serio y correcto, pero cuesta mucho admitir su honestidad. No es una norma caprichosa impuesta por no sé qué políticos, sino que es una norma que emana de una ley fundamental, nuestra Constitución, que fue refrendada por la inmensa mayoría de los españoles. O sea, que quienes emplean esa fórmula ambigua están tratando de no adquirir el compromiso de defender la ley de todos. Es un modo de trampear ingenioso.
Alfonso Verdoy Blanco
Tudela (Navarra)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.