‘Likeadictos’ sin principios
Una pose ligera de ropa enseñando el hombro en Instagram. Hasta ahí todo normal. Lo peculiar de la instantánea es que el lugar es Chernóbil. Imagino que una persona adicta al like, un likeadicto o likeadicta, necesita reinventarse para ser el centro de atención de la red social. Y a mí que use la imaginación me parece estupendo, pero que el escenario elegido sea el de la catástrofe nuclear me provoca asombro e indignación a partes iguales. Asombro porque me cuesta creer que el morbo venza al miedo a la radiactividad, e indignación porque Chernóbil no es ni mucho menos un parque temático, sino el fatídico lugar donde se desintegraron los sueños de cientos de miles de personas. Aunque probablemente esto a un likeadicto sin principios no le diga nada.
Antonia María Castillo Aguilar. Málaga
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
