Si conocemos cómo fueron los comienzos del ‘hip hop’ es gracias a este hombre
El fotógrafo Jamel Shabazz tardó dos décadas en ser descubierto. Hoy, de la mano de Lee Jeans, recuerda los ochenta
“Orgullo” es la palabra que más pronuncia el fotógrafo Jamel Shabazz. “Lo que intentaba era documentar el orgullo de mi cultura y mi comunidad”, repite una y otra vez. Afroamericano nacido en Brooklyn en 1960, empezó a tirar fotos de sus compañeros de instituto a mediados de los setenta con una cámara prestada. A partir de ahí se dedicó durante décadas a registrar en las calles a los habitantes de los distritos de Nueva York.
Lo alucinante es que no publicó nada durante casi 20 años. Hasta finales de los noventa, Shabazz, inventor sin quererlo del retrato de moda urbana, consideró la fotografía solo una afición. Durante esas dos décadas trabajó de funcionario de prisiones en lugares tan siniestros como la penitenciaría de Rikers Island. Allí también llevó su cámara, tratando con el mismo respeto a trabajadores e internos.
“Muchos de mis compañeros y de los detenidos pertenecían a los mismos barrios que estaba documentando. Lo que hizo que la experiencia en la cárcel fuera única era que tenía tiempo para familiarizarme con aquellos con los que quería comunicarme”, explica desde Nueva York mientras relata que su aproximación a los protagonistas de sus fotos era directa. “Me acercaba a hablar, les preguntaba por su vida, el trabajo y los problemas diarios. Solo después les proponía retratarlos. La mayoría accedía. La cámara es un poderoso imán y el respeto rompe todas las barreras”.
Shabazz pasará a la historia como el retratista de un movimiento recién nacido: el hip hop. Lo ve como el renacer del orgullo negro, muy tocado desde que el desmantelamiento del movimiento Black Panther por el FBI entregó los barrios negros de Estados Unidos a los camellos y las bandas. Ahora acaba de realizar su primera campaña publicitaria para Lee Jeans, que se ha inspirado para su nueva colección en su primer libro, Back in the days, del que salen las fotos que ilustran estas páginas. Retratos de adolescentes negros y latinos posando orgullosos entre 1980 y 1989. “Después, la epidemia del crack destrozó muchas comunidades. Pero los años ochenta me permitieron tomar mis mejores fotos, de la alegría de vivir al dolor de la muerte”.
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