Un rey de la cultura en una ciudad patrimonio

Toda ciudad necesita referentes que impulsen la vida cultural. En un lugar Patrimonio de la Humanidad, como es Saint Louis, en Senegal, esta persona es Amadou Diaw, es una figura inevitable en el empuje artístico de una urbe viva.

Su vivienda es ya de por sí una obra de arte. Se trata de un antiguo almacén de la época colonial magníficamente rehabilitado y reconvertido en vivienda con vistas al río Senegal, que también alberga un fondo pictórico homenaje al primer pintor de Saint Louis, Iba N’diaye.

Saint Louis está en ebullición. Situada al norte de Senegal, a la frontera con Mauritania, esta ciudad cargada de historia es un laboratorio de constante innovación y mestizaje.

En los últimos 18 años, desde que la ciudad fuera clasificada como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, Saint Louis ha sido regularmente visitada por muchos expertos internacionales en patrimonio, pero faltan las inversiones.

"En la época de las independencias, Saint Louis juega un papel extraordinario y poco conocido, y de la que estamos montando una exposición para dar a conocer a la población. La gran presencia de gente de ultramar en la etapa de entreguerras en Francia propició el encuentro de grandes intelectuales como Aimé Césaire, Léopold Sédar Senghor, Léon-Gontran Damas", cuenta Diaw.

Saint Louis cuenta con un Museo de la Fotografía. La decisión de abrir el único centro del país dedicado a este arte en Saint Louis no es casual: aquí nació hace un siglo y medio la fotografía de África occidental. El museo, abierto a finales de 2017, atesora unas 40 imágenes de la colección de Amadou Diaw, desde Omar Victor Diop a Malick Welli, Siaka Soppo Traoré o James Barnor.

Diaw es el promotor de diferentes iniciativas como el primer encuentro de turismo (2015), el Foro Saint Louis, los museos de la fotografía Mupho o la rehabilitación de una decena de edificios históricos del casco antiguo, lo que ha servido para reavivar la inversión en la ciudad tras la amenaza de entrar en la lista de bienes en peligro.

Su trazado urbano acoplado a la desembocadura del río Senegal esconde galerías y museos, espacios dedicados a la danza contemporánea y a la fotografía, festivales musicales internacionales y talleres de moda.

Amadou Diaw hace una alabanza de la cultura: "Está ligada a la educación, sector al que me he dedicado durante 25 años: no se puede construir un buen sistema educativo sin enseñar cultura. Y en ese sentido, Saint Louis es un polo de creación inigualable: música, danza, teatro, pintura…".