Mejorar las residencias
Nuestros mayores ingresan en centros geriátricos porque sus descendientes nos vemos incapaces de asistirles en condiciones. Pensamos que personal cualificado, con instalaciones y medios apropiados contribuirán mejor a su bienestar; pero ni las residencias resultan tales paraísos ni los cuidados ajenos podrán sustituir nunca la cercanía de los seres queridos. Las residencias deben existir, claro, pero con controles que garanticen la profesionalidad de los cuidadores y la calidad de los servicios prestados. Estos centros no pueden derivar en impersonales desguaces humanos.
Gonzalo de Miguel Renedo. La Rioja
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