Samuel Eto’o, triunfos en el fútbol y enredos de familia
Esta semana se celebra en Madrid el juicio por una presunta nueva paternidad del futbolista. En total ocho hijos y muchas relaciones turbulentas
Ahora juega en Catar, pero ningún aficionado al fútbol en España ha olvidado a Samuel Eto’o. El delantero camerunés que triunfó en el FC Barcelona regresará a Madrid esta semana, pero no por cuestiones deportivas. El próximo 24 de abril tiene una cita con la Justicia por una demanda de paternidad interpuesta el año pasado por la madre de una supuesta hija del jugador que actualmente tiene 18 años. La progenitora le reclama al futbolista la manutención con carácter retroactivo, además del reconocimiento de la joven. No es la primera vez que Eto’o tiene que dirimir en los tribunales problemas familiares. Ya tiene siete hijos de tres mujeres distintas y el año pasado fue demandado por una de ellas por abandono de uno de los varones.
“Primero vamos a solicitar provisionalmente la manutención y a continuación pediremos las pruebas de ADN para confirmar la paternidad. Ha sido complicado localizarlo, pero por fin conseguimos que le llegara la demanda”, ha declarado a los medios Fernando Osuna, el abogado de la presunta hija de Eto’o. Un letrado especializado en reclamar paternidades, ya que ganó el juicio de Manuel Díaz El Cordobés contra su padre, Manuel Benítez, y tendrá a finales de mayo el de Javier Sánchez contra Julio Iglesias. Osuna ha declarado a los medios que en el certificado de nacimiento de la niña aparece el nombre del futbolista. Sucedió en 1999, cuando Eto’o jugaba en el Espanyol cedido por el Real Madrid. En aquella época el camerunés todavía no se había consagrado como uno de los mejores goleadores del mundo ni tenía un sueldo millonario.
Años después, en 2007, Samuel Eto’o conoció a Georgette, su actual esposa. Cría a tres hijas: Sienna, Lynn y Maelle. El camerunés y la marfileña contrajeron matrimonio por lo civil en una ceremonia íntima cerca del lago Como (Italia) en 2014. Siguen juntos, y Georgette mantiene una postura discreta ante los problemas de su marido con sus otros vástagos. Otra hija, Annie, la mayor de todos con una mujer italiana y dos más en París, Junior y Soan, con los que no tiene relación por llevarse mal con la madre.
Su segundo hijo, Etienne, lo tuvo con la mallorquina María Ángeles Pineda, a la que conoció cuando jugaba en el Real Mallorca. El verano pasado esta le demandó por abandono del chico, que tiene 16 años. La madre reclama 16.400 euros en concepto de pensión alimenticia no abonada por el futbolista. Además de al juzgado, Pineda acudió a una revista del corazón para contar sus problemas con el padre de su hijo. “He aguantado carros y carretas para que padre e hijo pudieran verse, aunque solo fueran dos veces al año para que mi hijo nunca tenga un mal recuerdo de lo que su padre nos ha hecho en el pasado y por su bienestar”, confesó entonces. “El pasado mes de mayo se enfadó con él por una tontería y le dijo que se olvidara que tenía padre. Le ha bloqueado y le ha dejado tirado en el aeropuerto. Le prohibió la entrada en su casa. Debido a todo esto he decidido denunciarle. Es un ricachón maleducado”, denunció, y comentó que el futbolista apenas llamaba al niño y cuando se veían era para publicar una foto en las redes sociales y que "la gente vea lo buen padre que es”.
Este conflicto ha tenido un ingrediente más en forma de suceso desagradable. En 2006, tres años después de separarse del delantero, Pineda denunció a un amigo de Eto’o por presuntos abusos sexuales sobre el pequeño Etienne. La madre del pequeño ha asegurado a este diario que fue "agresión", y no abusos. El amigo de Eto’o, Luc, se encargaba entonces de acompañar al niño en los traslados del régimen de visitas. El amigo de Eto’o llegó a ingresar en prisión, y en el auto quedó reflejado que el futbolista parecía mantenerse al margen de los hechos e incluso posicionarse más en defensa de su amigo que del pequeño. El acusado fue absuelto en 2009 por falta de pruebas”. Hoy, mientras continúa el litigio por la manutención y el chico, que ha seguido los pasos de su padre, despunta como futbolista en el Mallorca, la relación entre padre e hijo es inexistente.
Como tampoco la hay con Erika, la hija de Adileusa do Rosario, la caboverdiana que ahora reclama a Eto’o la paternidad de la que sería su octavo descendiente. El pasado noviembre, cuando presentó la demanda, contó al diario Abc que cuando llamó a Eto’o en 1999 para comunicarle que estaba embarazada, él le respondió que “era como todas las putas que buscan cazar a un futbolista, y que si no abortaba me iba a enterar”. También habló la principal implicada, la presunta hija, para asegurar que le encantaría tener relación con su padre, “sobre todo por conocer a mis hermanos, pero me da mucho miedo el rechazo”. Erika, que ya es mayor de edad, padece distintas dolencias. Le tuvieron que extirpar un riñón y recientemente fue operada de la columna por una escoliosis. En aquellas declaraciones, tanto madre como hija reconocieron que el litigio con Samuel Eto’o puede alargarse mucho tiempo, pero aseguran que no les importa esperar. Erika pasaría a ser una de las herederas de una fortuna de más de cien millones de euros, aunque en 2017 el camerunés declaró estar casi arruinado por culpa de su representante, que presuntamente le habría saqueado durante años al tener plenos poderes sobre su patrimonio.
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