Habla, pueblo
Los estudios preelectorales sirven para lo que sirven
Habla, pueblo, habla, tuyo es el mañana” decía la letra de una de las canciones del grupo musical Vino Tinto empleado en 1976 en la campaña del referéndum sobre el proyecto de Ley para la Reforma Política y que hemos convertido en uno de los himnos de la Transición.
“Habla, pueblo, habla ¿Quién puede obligarte a callar?” es lo primero que se me viene a la cabeza al revisar el estudio preelectoral del CIS para las elecciones generales y al mismo tiempo observar las estrategias con las que algunos partidos con opciones de formar gobierno pretenden insistir esta campaña. Vistos los datos y escuchados los discursos, no puedo coincidir en la definición del escenario de competición como interbloques, ni en la preocupación por la emergencia de VOX, ni en la elección de temas y propuestas, desorientadas y ajenas a las preferencias de los ciudadanos.
“Habla, pueblo, habla, éste (la propia campaña), es el momento”, incluso, para quienes os encontréis de vacaciones y no entre los 4 de cada 10 electores que, según el macrobarómetro, no han decidido su voto todavía.
Si no ha tenido tiempo de leer este estudio del CIS, le interesa saber que las dudas reveladas por los indecisos con mayor frecuencia se plantean entre Podemos y PSOE (9,1), PSOE y Ciudadanos (8,9) y Ciudadanos y PP (11,9), esto es, no entre Ciudadanos/VOX y PP/VOX (2,2 y 3,1, respectivamente), lo que quiere decir que la competición, en realidad, gira en torno al PSOE.
Cuando estos días diga lo que piensa sobre VOX se generará ambientillo. Recuerde que son solo 3 de cada 100 quienes sienten a este partido cercano a sus ideas. Su intención directa de voto es 3,8; únicamente 1 de cada 100 entre sus compatriotas simpatizan con él y 70 de cada 100 no le votaría, con toda seguridad, nunca. Por si 7 de 10 le parecen pocos, como referencia comparativa, apunte que esta fobia tanto hacia Podemos como hacia el PP la sienten (solo) 5 de cada 10.
Para que todos nos entendamos y, lo único que importa, lleguemos a entendernos tras el 28-A, entre 1 (izquierda) y 10 (derecha) la mitad de los ciudadanos nos mantenemos en las posiciones 3, 4 y 5, mientras que a VOX lo oteamos desde la distancia en el 9,3.
No se avergüence tampoco si le apetece decir alto y claro que la independencia de Cataluña no es el mayor de nuestros problemas (el 96,3% le aplaudiremos), ni tampoco la “crisis de valores” (si es que usted sabe de qué crisis están hablando, porque el 98,8% de los españoles estamos muy perdidos en ese asunto). Y, claro, saldrá la mayoría en su defensa cuando muestre su preocupación por el desempleo, la economía, la sanidad, las pensiones y la educación. Los estudios preelectorales sirven para lo que sirven. “Habla pueblo sí. No dejes que nadie decida por ti”.
Cristina Ares es profesora de Ciencia Política en la Universidad de Santiago de Compostela. Este artículo ha sido elaborado por Agenda Pública para EL PAÍS
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