Lilian Thuram: “Los europeos están convencidos de que el mundo les pertenece”

Vistió 142 veces la camiseta de la selección francesa, con la que ganó un Mundial y un Europeo, y acabó su carrera en el FC Barcelona. Desde que se retiró en 2008, Lilian Thuram ha enarbolado la bandera del antirracismo con más intensidad si cabe que cuando era jugador. Nacido en la isla caribeña de Guadalupe, y por tanto ciudadano francés desde su nacimiento, mantiene un discurso muy crítico con el continente: “Los europeos están convencidos de que el mundo les pertenece”.

Es su lucha y la voz principal contra el racismo en el fútbol actualmente. Sin ir más lejos, el pasado jueves reflexionó profundamente en Le Parisien tras las críticas al jugador del Cagliari Moise Kean por encararse con la afición de su equipo tras unos cánticos racistas. El exfutbolista criticó la tibieza con la que los diferentes integrantes de la liga italiana reaccionaron ante los cánticos xenófobos: “Vivimos en la hipocresía. A las autoridades del fútbol el racismo les da igual. Si de verdad les preocupase, el partido debería haberse suspendido”, expresó.

Thuram habló con EL PAÍS en la presentación de un informe de Unicef y la fundación del Barcelona precisamente sobre el papel del deporte en el desarrollo de los niños. "El deporte te hace reflexionar. ¿Por qué hay algunos que no aceptan a los inmigrantes? Los mejores jugadores del Barcelona lo son: Messi, Suárez, Umtiti... ¡Todo está lleno de inmigrantes!", señala. A continuación recomienda emocionado un libro en cuya presentación participó en la jornada anterior, Les fronteres d'Ulisses, de Rafael Vilasanjuan, que reflexiona sobre la crisis de los refugiados en Europa.

¿Por qué hay algunos que no aceptan a los inmigrantes? Los mejores jugadores del Barcelona lo son: Messi, Suárez, Umtiti... ¡Todo está lleno de inmigrantes!

El exfutbolista cuenta varias anécdotas para evidenciar la discriminación por el color de la piel de la que él ha sido testigo. Por ejemplo cuando un amigo le dijo al deportista en su infancia que era negro y él, "normal". Con 10 años su familia se mudó a París y una década después debutó en el Mónaco. Thuram asegura que ahora no hay más racismo del que había en otras épocas, como la de su abuelo, que forma parte de la generación posterior a la abolición de la esclavitud, o la de su madre, que nació en pleno colonialismo. "A los que dudan de que exista discriminación porque yo he conseguido triunfar siendo negro les preguntaría si les gustaría que trataran a alguien de su familia como la sociedad nos trata muchas veces a los inmigrantes", asegura.

El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy le ofreció poco después de su retirada el cargo de ministro de Diversidad. Un puesto que él rechazó por la postura que el mandatario mantenía hacia la inmigración. "Siempre ha habido leyes que han discriminado a la gente, ahora hay violencia en el discurso político que dice: 'Estamos nosotros y luego están los refugiados". El deportista ha publicado dos libros que profundizan en su activismo: Mis estrellas negras y Por la igualdad.

Su fundación genera acuerdos con diferentes entidades para fomentar la educaicón contra los prejuicios y cuenta con un comité científico formado por antropólogos, psicólogos e incluso genetistas que trabajan contra la discriminación. Thuram asemeja el racismo al sexismo: "Durante años los hombres hemos tenido más oportunidades que las mujeres y ahora que ellas reclaman los mismos derechos, los hombres no están listos para cederlos".

Lanza una última reflexión sobre la que durante toda su vida ha sido su profesión: "No debemos olvidar que el fútbol es emoción, que puede conseguir muchas cosas y una de ellas es que hace falta estar unidos".

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