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Nueva gastronomía inglesa (por si el Brexit viene duro)

¿Hay algún alimento prototípicamente inglés? Más allá de fresas y manzanas, poca cosa. Pero ya sea por orgullo, por cambio climático o por lo que les va a costar en aranceles importar comida si hay un Brexit severo, esto está cambiando

Los ingleses exploran sus recursos gastronómicos no vaya a ser que lo del Brexit se ponga (más) serio.
Los ingleses exploran sus recursos gastronómicos no vaya a ser que lo del Brexit se ponga (más) serio.Foto: Getty
Mariano Ahijado

Desde que se sumaron en masa a las fábricas, los británicos han descuidado el campo y desatendido el mar. Con alguna salvedad, como las frutas del bosque, que crecen solas. Reino Unido importa la mitad de los alimentos que consume, según su gobierno. Para la buena mesa han mirado a Francia: ostras y champán. Las antiguas colonias de Asia le han nutrido de té y legumbres. Pero en la última década se han lanzado a cultivar en su territorio hasta lograr algunas exquisiteces. En serio. Habrá algún cínico que afirme que esto no era más que un indicador de que el Brexit estaba cerca e iba a ser duro.

El 50% de las uvas son Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Menieur. La santísima trinidad del champán.
El 50% de las uvas son Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Menieur. La santísima trinidad del champán.

El espumoso caro de la casa

Aunque las primeras cepas se las trajeron los romanos, al vino inglés solo se le ha prestado atención a partir de los 2000. La primera bodega en tener éxito fue Nyetimber, que elabora espumoso en Sussex. De ahí se han extendido por la franja sur del país. Los ingleses aducen que sus viñedos se encuentran en el paralelo 50, solo uno al norte de Champagne. Pero el doble tirabuzón lo han conseguido al situarlo en precio y posición cerca del champán. El Ritz de Londres tiene varias referencias en su carta. La entrada en el agua ha sido limpia. De diez.

La tarjeta del metro de Londres se llama Oyster, inspirada en la de Hong Kong, Octopus. Fácil.
La tarjeta del metro de Londres se llama Oyster, inspirada en la de Hong Kong, Octopus. Fácil.

Un pan como unas ostras

A principios del siglo XX la ostra se trataba como una tapa vulgar que los pubs de Londres utilizaban de reclamo para vender más pintas. Lo cuenta Drew Smith, autor de Ostra: una historia gastronómica. En otras partes de Inglaterra, sin saber mucho qué hacer con ella, la desbullaban e introducían en un pastel de carne. Desde hace unos meses la destilería Glenmorangie ha ideado un proyecto para repoblar la ría de Dornoch, en el norte de Escocia, que lleva dos siglos sin ver estos moluscos. Por cada botella de Dornoch, un whisky con turba envejecido en botas de amontillado, donan un porcentaje a la causa. Después de comer la ostra, la periodista de Forbes Katie Kell sugiere echar un poco de scotch a la concha y ¡slurp! Como un peregrino.

Hodmedod’s, la primera empresa en cultivar lentejas, vende ahora quinoa. Qué poco le queda para plantar kale.
Hodmedod’s, la primera empresa en cultivar lentejas, vende ahora quinoa. Qué poco le queda para plantar kale.

Té en el jardín de casa

En el XVIII el té reemplazó a las ales y la ginebra como la bebida más popular de Reino Unido, cuenta The Telegraph. El té siempre había procedido de las colonias británicas en Asia,    pero en 2005 la empresa Tregothnan lo plantó en Cornwall, al suroeste. La primera cosecha fue de 28 gramos. Ahora producen diez toneladas. China cultiva 2,23 millones por 1,2 India, principal abastecedor de lentejas en Inglaterra, donde hasta 2017 solo habían crecido en los algodones de las clases de primaria.

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