¿Qué está en juego en las próximas elecciones europeas?

La primavera recién estrenada estará marcada por las muchas decisiones políticas que tendremos que adoptar. Salvo en cuatro comunidades autónomas, la ciudadanía española está llamada a todas las elecciones posibles en los próximos dos meses. De las urnas que tendremos delante, la gran desconocida será seguramente la de nuestros representantes al Parlamento Europeo. Con ello también estaremos votando al próximo presidente de la Comisión Europea.

La coincidencia con las elecciones autonómicas y locales tal vez aumente el nivel de participación, habitualmente bajo. Sin embargo, tantas convocatorias en tan poco tiempo no ayudan a entender lo que supone la cita europea. Esta publicación es la primera de una serie que tiene por objetivo proporcionar información y análisis para responder a la pregunta que se plantea en el título de esta entrada.

La actualidad política nos informará de los cabezas de cartel para las elecciones europeas. Con suerte, sabremos también algo de su posición en algunos asuntos concretos. Pero igual de importante resulta saber cómo van a contribuir al debate decisivo sobre el futuro de la Unión Europea. Precisamente estos días estamos pendientes de cómo se resuelve el Brexit. Un proceso que tendría que consumarse a finales de este mes, pero cuya complejidad política y legal convierte este plazo en incierto.

La de la salida del Reino Unido no es la única incertidumbre a la que hace frente la UE. Hasta que en 2016 se celebrara el referéndum en que se adoptó esta decisión, el proyecto de integración europea parecía irreversible. La posibilidad de que ahora no lo sea se ha convertido en una realidad. Hay varios escenarios posibles y una creciente influencia del euroescepticismo. El avance electoral en los últimos años de formaciones políticas que cuestionan el rumbo actual del proyecto de integración europeo otorga a estas elecciones un carácter decisivo.

Muchos de estos partidos tienen en común una visión de futuro de la “Europa de las Naciones”. Un repliegue nacionalista que cuestiona el modelo institucional comunitario y plantea de forma abierta un discurso antinmigración profundamente xenófobo. Estos partidos y sus planteamientos han contribuído a hacer de la política migratoria europea una prioridad de la agenda. Y con ello se están poniendo de manifiesto importantes contradicciones del funcionamiento y toma de decisiones en la UE.

La política europea de acogida no solo es cuestionable en términos estrictamente cuantitativos y por la vulneración de los derechos de las personas migrantes y solicitantes de asilo. También porque lo que empezó como una crisis migratoria en 2015 ha devenido en una auténtica crisis política. La insumisión de algunos Estados miembros, que se negaron a cumplir con sus obligaciones, y su bloqueo en los ámbitos de toma de decisiones en materia migratoria han contribuido a la urgencia desde la que se plantea el debate sobre el futuro de Europa catalizado por el Brexit.

A lo largo de las próximas semanas abordaremos los argumentos clave de este debate y los actores que los defienden o refutan. Pero además les daremos un contexto analizando la evolución del proyecto de integración europea y sus políticas migratorias. Analizaremos sus contradicciones y los escenarios en que habrá que resolverlas a partir del 27 de mayo. El objetivo es que los votantes nos las planteemos con anterioridad y decidamos siendo conscientes de ellas.