Brexit: orgullo y perjuicio
Como anglófilo, me resulta especialmente triste constatar que la otrora admirada clase política británica ha conseguido, con sorprendente tozudez, meter de lleno a la sociedad a la que debería representar y liderar (y con ella al conjunto de la UE) en un escenario en el que todos salimos perdiendo. Haciendo un juego de palabras inspirado en otro célebre drama inglés, resta saber si finalmente se impondrá el orgullo patrio mal entendido y se consumará el máximo perjuicio, o se optará por la salida menos mala. Cometen un grave error en este contexto quienes apelan al orgullo nacionalista más rancio frente al hoy inexistente antagonista europeo continental. Todo ello, aderezado con una buena dosis de nostalgia imperial, podría provocar un resultado final muy perjudicial para el conjunto de la Unión Europea y desastroso para el Reino (a fecha de hoy) Unido.
Fernando Ledesma Ibáñez. Madrid
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