Pagar por las mentiras
Se acercan las elecciones, y con ellas el cambio de nuestra sociedad. Los votantes podemos elegir al candidato y al partido que más se acerque a nuestros ideales de sociedad. Cuando damos nuestro voto, no solo apoyamos unas ideas o una forma de gobernar, sino que entregamos las llaves del país, la seguridad de nuestros trabajadores, la igualdad de las mujeres, el tipo de protección a los débiles, enfermos, mayores, la protección de nuestras calles, de nuestro entorno. Entregamos las armas, nuestro dinero, el respeto de nuestro pueblo en el exterior, la libertad, la justicia. Entregamos nuestro día a día, nuestras esperanzas. No es algo baladí y por eso debería ser delito que un gobernante llegase al poder con mentiras, subterfugios y promesas que jamás tuvo intención de cumplir.
Aceptaré todo lo que la mayoría vote, pero siempre que esos votos no se hayan conseguido con engaño.
Carmen García-Romeu García
Madrid
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