El sueño lunar israelí está listo para despegar
La primera misión israelí a la luna iniciará su viaje de madrugada con el lanzamiento de la sonda Beresheet.
Israel encara la recta final de un ambicioso proyecto que pretende convertir al estado hebreo en el cuarto país del mundo en alcanzar la superficie lunar -tras Estados Unidos, Rusia y China-. La sonda espacial Beresheet (Génesis), propiedad de la empresa israelí SpaceIL, será lanzada la próxima madrugada desde la base norteamericana de Cabo Cañaveral (Florida).
El dispositivo con forma de arácnido de dos metros de diámetro, 1,5m de altura y 585 kilos de peso -de los que 421 serán de combustible- será propulsado por uno de los cohetes Falcon 9 de la compañía SpaceX, propiedad del magnate de Silicon Valley, Elon Musk, también fundador de la firma Tesla. Su viaje durará siete semanas en las que orbitará alrededor de la Tierra seis veces antes de entrar en la órbita lunar alrededor del 3 de abril y alunizar el día 11 en el Mar de la Tranquilidad -el mismo lugar al que llegó el 20 de julio de 1.969, el Apollo 11, la primera misión que alcanzó la luna y marcó un hito histórico para la humanidad de la mano de los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins-.
“Cada paso exitoso que demos, allanará el camino para el siguiente hasta alcanzar la luna. Nuestro equipo y el de la Industria Aeroespacial de Israel llevan meses revisando la sonda y todos sus sistemas. Realizando pruebas complejas y preparando todo ante cualquier imprevisto que pueda surgir durante la misión”, explicaba el director general de SpaceIL, Ido Anteby, el pasado lunes en la ciudad israelí de Ramat Gan.
Según los expertos israelíes, la sonda apenas permanecerá tres días operativa en la superficie lunar porque no está equipada con ningún sistema de control térmico que le permita contrarrestar las altas temperaturas diurnas, que pueden superar los 121ºC. Un corto periodo de tiempo en el que, gracias a diferentes instrumentos científicos, realizará mediciones magnéticas para tratar de desentrañar el misterio de cómo y cuándo se magnetizaron las rocas lunares. Además, Beresheet está dotado de un Orbitador de Reconocimiento Lunar de la agencia espacial de los Estados Unidos (NASA) y un complejo sistema de espejos a través de los que se proyectará un rayo láser con el objetivo de ayudar a los científicos a localizar la sonda desde la Tierra. Gracias a las cinco cámaras con las que está equipada -alguna adosada en una de sus patas- se registrarán imágenes tanto del descenso como del lugar en el que se pose.
El aparato israelí dejará en el satélite la llamada cápsula del tiempo, con una nota del fallecido presidente Simon Peres, una copia de la Declaración de Independencia de Israel, la letra del himno nacional hebreo, varios dibujos infantiles, algunos recuerdos de un superviviente del holocausto y una copia de la Biblia hebrea, grabada con nanotecnología en un círculo de metal del tamaño de una moneda. “Queremos usar esto como herramienta de inspiración para los niños porque los niños de hoy en día no quieren ser científicos o ingenieros sino entrar en un reality en televisión”, aseguró Yonatan Weintraub, cofundador de SpaceIL.
La misión -que pretende emular al Apolo 11 en el 50 aniversario de su lanzamiento- guarda una sorpresa en forma de mensaje de paz escrito en una placa que los israelíes también piensan depositar en la superficie lunar. “En nuestra placa hay un mensaje de paz para la humanidad en conjunto y para Oriente Medio en particular”, desvelaba el filántropo judío Morris Khan, el pasado mes de julio durante la presentación de la sonda en Israel.
El proyecto nació hace ocho años gracias a él y a la financiación también aportada por el magnate del juego, Sheldon Adelson. Ambos apostaron por el sueño de tres ingenieros -Yariv Bash, Kfir Damari y Yonatan Winetraub, que querían participar en el concurso internacional, Google XPRIZE, dotado con 20 millones de dólares (17 millones de euros) y presentar un dispositivo capaz de alcanzar la luna. No lograron cumplir los plazos para seguir en la competición del gigante tecnológico pero sí captar la atención de Khan, que se volcó con el proyecto, cuyo coste ha rondado los 100 millones de dólares (unos 88 millones de euros).
El lanzamiento del módulo lunar, previsto inicialmente para el pasado mes de diciembre, fue retrasado porque las condiciones atmosféricas no eran las adecuadas para que la misión tuviese éxito. Según las previsiones de los ingenieros de Cabo Cañaveral, ahora es el momento ideal para el lanzamiento porque las condiciones en la superficie lunar son favorables al 80%. De abortarse la misión esta madrugada, habría que esperar al mes de mayo para intentarlo de nuevo.
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