Mi experiencia con los jesuitas
Ante tantos casos de abusos, quisiera contar mi experiencia personal. Procedo de un medio rural, donde en aquellos años era un sueño estudiar algo más de lo que se hacía en la escuela del pueblo. Pasó por allí un jesuita dando catequesis y me reclutó para llevarme a un colegio de la orden. Estuve interno siete años. En todo ese tiempo, no sufrí ningún acoso, ni sé de ningún compañero que lo padeciera. En el colegio había un grupo de internos, como yo, que apenas pagábamos nada por el estudio y la manutención; se nos exigía, a cambio, buena conducta y un rendimiento aceptable. La mayoría de los alumnos, sobre todo los externos, eran de familias adineradas de Burgos. Nunca sentí trato discriminatorio alguno, participábamos de la misma enseñanza y de los mismos servicios. Cuando terminé el bachiller, no me sentí con fuerzas para ingresar en la orden. No tuve ninguna presión, ni recriminación por parte de los jesuitas. Estoy eternamente agradecido por aquella oportunidad de adquirir una formación, a mi parecer espléndida, que de otra forma no hubiera tenido.
Francisco Plaza Pastor
Madrid