Con Alejandra Rubio llega la tercera generación del ‘universo Campos’
La única hija de Terelu Campos, de 18 años, se lanza al ruedo mediático en Mtmad, el canal de Mediaset en el que publicará un videoblog por el que cobrará alrededor de 4.000 euros
El 6 de abril de 2018 nacía un nuevo personaje para la prensa del corazón: Alejandra Rubio, el nuevo fichaje mediático del clan Campos. En esa fecha, y previo posado a toda página y color en la revista ¡Hola!, Terelu Campos organizaba un fiestón en una discoteca de Madrid para conmemorar el 18º cumpleaños de su única hija, nacida del matrimonio con Alejandro Rubio, de quien se separó en 2003. En la celebración Alejandra, bastante agobiada con las cámaras y el revuelo que se montó a su alrededor, estuvo acompañada por sus padres, se presupone que por algunos de sus mejores amigos y, como no, por todos los rostros conocidos del universo Mediaset en el que su familia –abuela, madre y tía– se mueven como peces en el agua. La homenajeada y su progenitora repitieron una y otra vez que la nueva Campos (es su cuarto apellido) no tenía ninguna intención de entrar en el mundo de la televisión, pero han bastado solo unos meses y el señuelo de unos golosos ingresos para que quien iba para diseñadora de moda haya cambiado radicalmente de opinión.
Con cuatro meses de estudios en el Instituto Europeo de Diseño –que ha abandonado porque no era lo suyo–, 140.000 seguidores en Instagram, abuela María Teresa, mamá Terelu y tía Carmen Borrego por todo bagaje, Alejandra Rubio es desde este mes otra de las inexpertas celebridades que se apunta a ser estrella de la telerrealidad. No se trata de un programa –todo se andará–, pero de momento es la protagonista de su propio reality vlog en Mtmad, el canal de contenidos digitales de Mediaset que recoge vídeos de influencers, famosos y videoblogueros.
Las cifras que la neófita videobloguera cobrará por contar su día a día, dar consejos y enseñar a los suyos en grabaciones caseras no están confirmadas, pero las que más se repiten en las revistas del corazón y que pueden sonar razonables, si esa palabra se puede aplicar al caso, sitúan el salario mensual de Alejandra Rubio en 4.000 euros. Una cantidad a la que se pueden ir sumando lo que cobre de futuros bolos y de las firmas que promocione desde su cuenta de Instagram. Además de eso la joven, que vive desde hace seis meses con su novio dj, Álvaro Lobo, trabaja como relaciones públicas en la discoteca OH my Club de Madrid, de la que es socio Kiko Matamoros, habitual de los mismos programas en los que colabora Terelu Campos en Telecinco.
La gran pregunta es ¿qué tiene que contar una mujer de 18 años que se declara muy buena estudiante en un vídeo blog semanal? Y la respuesta más evidente es: lo mismo que Chabelita (hija de Isabel Pantoja), Gloria Camila (hija de Rocío Jurado y José Ortega Cano), Bea y Rodri, Omar Montes, Oriana o Sofía Suescun, todos ellos exconcursantes de distintas ediciones de Gran Hermano o de Mujeres, Hombres y Viceversa, todos ellos personajes de programas satélites que giran en la órbita del planeta Mediaset.
El espacio de Alejandra Rubio se llama Black sheep (Oveja negra) y su carta de presentación orienta por donde irá su contenido: “Seguir tu propio criterio. Hacer y decir lo que te apetece y cuando te apetece. Darte a conocer como realmente eres. Si tú también eres una black sheep como Alejandra Rubio, este es tu canal. Pero recuerda, aquí no está permitido criticar sin antes conocer”. El primer vídeo que ha subido se dedica a reivindicar que quiere seguir su propio camino, a reafirmar obviedades y a desmentir bulos que, según ella, “circulan por Internet”. “Llevo poco tiempo trabajando porque tengo 18 años”. “Llevan semanas hablando de que he dejado de estudiar por un reality que es esto”. “No voy a ser una nini como vosotros me llamáis y no voy a vivir del cuento”. “Esto no es un reality, es un canal donde os hablo de cosas importantes para mí, de cosas que me pedís por redes sociales”. “Me gusta mucho el negro, me define, pero estoy cambiando un poco y probando con grises y rosas”. “Pensaba que tenía clarísimo estudiar Diseño de Moda pero vi que no era lo mío. En septiembre voy a estudiar Derecho, no creo que me cueste porque siempre he sido buena estudiante”. “En redes sociales han dicho que cobraba 20.000 euros al mes, pero no es verdad”. “Os quiero y valoro a mis seguidores y espero que os sorprenda como soy de verdad”.
Quien quiera ahondar más en el personaje puede acudir a su cuenta de Instagram, que inauguró con las típicas fotos de exaltación de la amistad propias de adolescentes en octubre de 2013 y que ya acumula 136.000 seguidores. A partir de su mayoría de edad, las imágenes que cuelga en esta red social han cambiado de temática y prácticamente se limitan a retratos propios o en compañía de su novio o de algún personaje famoso de su nuevo entorno. En muchos de ellos, Alejandra Rubio plantea una pregunta a sus seguidores: “¿La 1 o la 2?; ¿sentada o de pie?; ¿qué os parezco vestida de rojo?” o “la preguntita de hoy, ¿inteligencia o belleza?”. Pues eso, esperamos impacientes del siguiente capítulo.
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