La maldición que persigue a Liam Neeson
Un sobrino del actor muere por lesiones cerebrales cinco años después de sufrir una fuerte caída. A su esposa, la también actriz Natasha Richardson, le ocurrió lo mismo en 2009
Liam Neeson no ha empezado el año con buen pie. El actor, de 66 años, está de luto por la muerte de su sobrino, Ronan Sexton, que ha fallecido el pasado fin de semana debido a las lesiones cerebrales que le provocaron una caída en 2014. Sexton, que se dedicaba a la música y tenía 35 años, llevaba cinco en coma por haber caído de una cabina telefónica a la que se subió una noche de junio estando de fiesta con amigos y de la que resbaló cayendo unos cuatro metros hasta el suelo.
Sexton, el menor de los seis hijos de la hermana del actor, Bernadette, murió el pasado fin de semana acompañado de su familia en Cushendall, Irlanda del Norte. Según relatan algunos medios británicos como Daily Mail, el intérprete de películas como La lista de Schindler o Venganza, que vive en Estados Unidos, está desolado y regresa regularmente al Reino Unido para ver a su madre y a sus hermanas. Un duro golpe para Bernadette, la madre del fallecido, pues hace un par de años también perdió a su pareja, Harry Shannon.
Una tragedia que tampoco es desconocida para el actor, pues se produce diez años después de la muerte de su esposa, Natasha Richardson, quien falleció en 2009 por un traumatismo que le provocó una caída durante un accidente de esquí en Canadá. Richardson, hija de la célebre intérprete Vanessa Redgrave, falleció a los 45 años tras golpearse en la cabeza mientras esquiaba en la estación de Mont Tremblant, cerca de Quebec.
"La actriz se resbaló en una pista para principiantes, mientras recibía una lección de esquí. Iba acompañada de un instructor, que llamó a una patrulla, y, a pesar de que al principio no mostraba ninguna herida, fue inmovilizada por su seguridad. Solo una hora después empezó a sentirse mal", explicó entonces un portavoz de la pista de nieve. A petición de su marido, y para que los hijos estuvieran a su lado, un jet privado trasladó al matrimonio a Nueva York, al hospital Lennox Hill, donde su situación crítica empeoró a muerte cerebral. Allí, sus amigos y su familia pudieron despedirse de ella.
Neeson estuvo junto a sus dos hijos, su suegra y su cuñada Joely Richardson cuando dos días después del accidente la familia decidió desconectar a la actriz de las máquinas que la mantenían con vida. El actor aseguró entonces que lo que aprendió en esos años fue “la importancia de la familia y los amigos”. Tiempo después reconoció también que la pérdida de quien fue su esposa durante 15 años le hizo mejor como profesional. Además de en las películas, Neeson encontró en su familia política un gran refugio y, durante los años posteriores a la muerte de Richardson, su suegra, Vanessa Redgrave se trasladó a vivir a su casa de Nueva York para ayudarle con sus dos hijos, entonces adolescentes.
Neeson y Richardson se conocieron en 1993 en la obra de Broadway Anna Christie y fue amor a primera vista. Volvieron a coincidir un año después en el rodaje de Nell y contrajeron matrimonio. Antes de que la intérprete llegara a la vida del actor, sus conquistas eran de sobra conocidas. Neeson compartió la vida de Helen Mirren cuatro años tras conocerla en Excalibur (1981). También convivió con Julia Roberts otros dos años al coincidir en Satisfaction (1988) y entre su lista de amantes se cuentan nombres como Brooke Shields, Jennifer Grey o Barbra Streisand. Sin embargo, tras los 15 años de matrimonio y la muerte de Richardson, a Neeson no se le ha vuelto a conocer pareja oficial.
Y es que el actor ha admitido que aún no ha superado la pérdida de su esposa. En abril de 2017, aseguró que seguía siendo una lucha constante para él y sus dos hijos. "Te golpea como una ola. Simplemente tienes ese profundo sentimiento de inestabilidad. [...] Hay momentos que estoy en casa y cuando se abre la puerta todavía creo que la voy a escuchar a ella", dijo Neeson en una entrevista con RTE.
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