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La enésima juventud de Michael Douglas

Se toma con humor envejecer dentro y fuera de la pantalla. Todo le sonríe con una serie de éxito, un Globo de Oro y una familia reconstruida

El actor Michael Douglas. En el vídeo, el tráiler de la serie 'El método Kominsky'.Vídeo: AFP / NETFLIX
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“Y supongo que tengo que dedicarle esto a mi padre de 102 años, Kirk”. Michael Douglas terminó así su discurso de agradecimiento al recoger su cuarto Globo de Oro, incluyendo el que le dieron en 2004 por toda su carrera. Minutos después, ya en la sala de prensa, explicó por qué se lo había dedicado: “Este premio es especial porque me lo dan por comedia. He hecho comedias, pero no soy conocido necesariamente por ellas”, dijo. “Mi padre es el primero que se ríe de que me den un premio por ser gracioso”.

La comedia en cuestión es El método Kominsky, una serie en la que, junto a Alan Arkin, le encuentren el humor a envejecer en general y dentro de la industria de Hollywood, en particular. Douglas interpreta a un actor en horas bajas, antiguo coach de estrellas, con problemas de salud. El creador, Chuck Lorre, pensó directamente en él. El protagonista de Instinto básico no se lo creía, hasta ese momento, a sus 74 años, no se veía como un hombre envejeciendo. “Cuando te llega el guion, dices: ‘No pueden estar pensando en mí para este papel’. Después, te miras al espejo y dices: ‘Vale, lo entiendo”, confesó en la revista People.

Enfrentado a esa idea de envejecer, Douglas ha aceptado “gentil y felizmente” el papel con el que está cosechando éxitos de crítica y audiencia. Y también le ve ventajas a esta nueva etapa de su vida, en su sexta década en la industria. Como su personaje, él ha pasado ya por sustos de salud, al superar un cáncer de lengua en 2011. Y a diferencia de Sandy Kominsky, vive un periodo de tranquilidad y estabilidad familiar junto a su mujer, Catherine Zeta-Jones, sus tres hijos, Cameron, Dylan y Carys, y su primera nieta, nacida en diciembre de 2017.

Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, en Globos de Oro.
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, en Globos de Oro.MIKE NELSON (EFE)

Zeta-Jones le acompañaba en los Globos de Oro, de ella también se acordó en el discurso de agradecimiento y de ella y del secreto de su longevo matrimonio habló minutos después con la prensa. “Celebramos nuestro 18 aniversario recientemente y además de nuestro amor genuino que solo sigue creciendo, el hecho de que los dos estemos en la misma industria, nos ayuda a entender qué ocurre. Fue genial que ella estuviera aquí esta noche y compartir uno de esos momentos en los que tu pareja entiende perfectamente lo que pasa”, explicó. Y se acordó de cuando le tocó a él estar en el otro lado, acompañando a la actriz mientras ella era la homenajeada en distintos shows por la película musical Chicago. “Y estaba embarazada de nuestra hija”, rememoró.

Aunque el matrimonio pasó por una breve separación de meses durante 2013, juntos han superado el cáncer de Douglas, el diagnóstico de la enfermedad bipolar de Zeta-Jones, la encarcelación de Cameron, el hijo mayor de él, fruto de su matrimonio con su anterior mujer, Diandra Luker; así como las recientes acusaciones de acoso. Hoy todo eso parece olvidado y el pasado noviembre el actor inauguraba su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood con una imagen de familia feliz, junto a su padre, Kirk Douglas, su mujer y el propio Cameron, que salió de prisión en 2016.

“Probablemente, la alegría de mi matrimonio con Catherine y tener a mis hijos en un momento en el que mi carrera ya estaba desarrollada, me permitió tener mucho más tiempo de disfrutar de mi familia”, confesó también en el backstage de los Globos de Oro el pasado domingo. “En lugar de como me ocurrió antes en mi vida con mi hijo Cameron, que acaba de celebrar su 40 cumpleaños. Pero el hecho de que los tres quieran ser actores, y sean buenos actores, lo hace todo más disfrutable, entienden todo el sistema. Y agradezco que lo entiendan porque para hacer El método Kominsky tuve que estar en California [viven a las afueras de Nueva York, en la otra costa de EE UU] tres meses y medio rodando y me perdí algunos eventos de su colegio”.

Sus tres hijos representarán la tercera generación de actores Douglas que el patriarca aún puede contemplar orgulloso y seguir pasando los mismos consejos que le dio a Michael: “Resistencia y tenacidad”. Son las dos palabras que siempre repite. “Intentar hacer lo mejor que puedas y listo”. Así ha llevado su carrera hasta este nuevo momento dorado que, probablemente, sumará a los tres momentos importantes con los que se quedaba de cinco décadas y señalaba hace poco en una entrevista en el New York Times: sus comienzos en la televisión en los setenta, junto a su primer mentor, Karl Malden, en Las calles de San Francisco; los esfuerzos como productor de Alguien voló sobre el nido del cuco en 1975; y el Oscar por Wall Street en 1988, “donde empezó a abandonar la sombra de su padre”. Ese padre al que hoy aún le dedica premios.

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