La casa de Alexander McQueen en Mallorca, vendida por 2,4 millones de euros
La villa, que fue reformada integralmente en 2005, tiene vistas a la bahía de Santa Ponça y a la sierra de Tramontana
La figura del diseñador británico Alexander McQueen y todo lo que le rodea sigue siendo noticia casi nueve años después de su suicidio en febrero de 2010. Su villa mallorquina, en la que pasó temporadas desde 2005 hasta su fallecimiento, ha sido vendida por 2,45 millones de euros. La vivienda, situada en el municipio de Calviá al sur de Mallorca, fue reformada por completo en el año 2015.
La inmobiliaria alemana Engel & Volkers ha confirmado la venta de la mansión a un comprador del que no han trascendido detalles. La villa está situada en Calviá, a pocos minutos del exclusivo puerto deportivo de Port Adriano y de las tiendas de grandes firmas que pueblan la zona. La residencia se asienta en un terreno con una superficie total de 900 metros cuadrados, que se reparten en una casa de 450 metros cuadrados con cinco dormitorios y tres baños. Además, cuenta con dos terrazas, piscina y garaje subterráneo con tres plazas de aparcamiento.
“La villa ofrece todas las comodidades de una segunda residencia de lujo, en una excelente ubicación” ha señalado el director general de la inmobiliaria, Hans Lenz. El enfant terrible de la moda británica compró la casa en 2005 y permaneció en ella durante los periodos vacacionales hasta su suicidio en febrero de 2010, del que dentro de unas semanas se cumplirán nueve años.
La vinculación de McQueen no se limitó a su casa de Mallorca. El diseñador veraneó también en Ibiza y tuvo una relación aún más personal con Mallorca a través de Sebastiá Pons, diseñador mallorquín que fue su mano derecha durante años. Fue precisamente tras una fiesta en la casa del diseñador en Santa Ponça donde, según relató Pons en el documental McQueen estrenado el pasado verano, el genio de Givenchy le transmitió sus ideas acerca de quitarse la vida. Tras la muerte del británico fue su colega y ayudante Sarah Burton la que se hizo cargo de la firma, que en los últimos años ha vestido a miembros de la realeza británica como Kate Middelton y Megan Markle.
Alexander McQueen alcanzó la fama a finales de los años 90 cuando sustituyó a John Galliano y fue nombrado diseñador creativo de la histórica firma Givenchy. Sus creaciones innovadoras y atrevidas le llevaron a crear después su propia marca, convirtiéndole en uno de los diseñadores más influyentes de su generación. McQueen fue reconocido hasta en cuatro ocasiones por los Premios de la Moda Británica y disfrutó de un gran éxito a lo largo de su carrera.
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