Gucci se implica en una línea de moda solidaria en India
Mujeres en exclusión reutilizan saris desechados para crear nuevas prendas


Los saris son una de las señas de identidad de la India. Esas coloridas telas que envuelven a las mujeres de aquel país son considerados todo un símbolo del mismo. Y ahora, gracias a I Was a Sari (Yo era un sari), también se convierten en el presente y el futuro de una comunidad femenina en Bombai, que gracias a ellos va a tener un futuro mejor.
Muchas de las piezas a partir de las que se fabrican los saris no se utilizan por completo; una vez sacado el retal necesario para el vestido, el resto suele desecharse. A partir de esa idea surgió la iniciativa I Was a Sari, ideada por el italiano Stefano Funari. Él —esta vez con piezas completas de saris— ha decidido utilizar esas bellas telas para crear no solo otras prendas, sino pañuelos, bolsas o hasta piezas de joyería por parte de una comunidad de mujeres de Bombai, a menudo con escasos niveles de alfabetización y apasionadas de la costura. Esas piezas —bolsas para botellas de vino, caftanes, pendientes, pijamas, turbantes...— parten de los dos dólares y alcanzan los 50 y se venden en la web del mismo nombre. Sus beneficios revierten directamente en ellas. De hecho, las bolsas de tela, por ejemplo, llevan grabadas el nombre de la artesana que las cose a mano.
Es la casa italiana Gucci quien está detrás de esta iniciativa a través de su portal Gucci Equilibrium, lanzado el pasado mes de junio y que busca "conectar a las personas con el planeta mediante un propósito" y que consideran "el corazón" de su misión, centrada en el medio ambiente, las personas y los nuevos modelos de innovación sostenible, tal y como explican desde la firma. Es la última y más potente acción social de la casa de moda florentina, que ya en 2013 creó Chime for Change en pos de la igualdad y la defensa de mujeres y niñas de todo el planeta. En el caso de I Was a Sari, Gucci está detrás, apoyando la marca y a sus artesanas, pero no interviene en ella.

"Es cierto que no hay necesidad de crear una marca nueva de moda, pero creemos que hay necesidad de crear una que tenga un propósito, que se preocupe por la gente y por el planeta", explica Stefano Funari en la web, que según la empresa se inspiró en los microcréditos creados por Muhammed Yunus, premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998. Para Funari, hay potencial para seguir creando prendas e iniciativas del tipo Yo fui un sari a partir de "incontables diseños icónicos, como Yo fui un kimono o Yo fui unos Levi's".
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