Año nuevo, tren viejo
Cuando escribo esta carta es miércoles 3 de enero de 2019, han pasado solo 48 horas desde el inicio del año y ya se han producido cuatro incidencias ferroviarias en Extremadura, pero quién sabe si cuando usted, lector de este periódico, esté leyendo este humilde fragmento ya haya ocurrido otra incidencia, y es que yo ya no me atrevo a garantizar nada.
Dicen que con el nuevo año todas las personas hacen propósitos y piden deseos que mejoren su vida. Si a los extremeños le hubieran preguntado qué deseo iban a pedir, estoy seguro de que habrían elegido “un tren digno”, o lo que es lo mismo, un tren que sea igual que el del resto de las comunidades autónomas de España. Que no se averíe todas las semanas, que no salga incendiado en verano, que no se quede sin combustible, al que no se le agote la batería…, y así podría seguir enumerando averías de los trenes extremeños durante este siglo XXI sin parar.
Alberto Casares Bravo
Cáceres
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.