Lo primero ir al banco “a que nos hagan una reverencia”

Ana y Amparo, madre e hija, recibían todos los años un décimo que compraba la abuela, fallecida el año pasado. Por tradición y en su recuerdo decidieron adquirir para el sorteo de este sábado el mismo número y les ha traído suerte. Ana es profesora de Música en Madrid y Amparo, auxiliar de enfermería en una residencia de Ayora (Valencia), y lo primero que van a hacer es “ir al banco a que nos hagan una reverencia”, dicen entre risas y jolgorio. Son solo dos de las agraciadas por la administración que regenta Concepción Olaya, en el número 10 de la calle Mendizábal, en Almansa (Albacete). La lotera está exultante porque por primera vez en 20 años ha repartido una lluvia de millones en el sorteo de mayor repercusión.

Olaya esperaba esta mañana en su casa a que acabara el sorteo de Navidad. “Es un día que siempre afrontas con mucha esperanza y, luego, te da el bajón”, confesaba a las puertas de su administración. En torno a las nueve y media le ha llamado su hijo para decirle que habían vendido 170 series del segundo premio. Del total, se han quedado en el municipio albaceteño 139, unos 175 millones en premios, la mayor parte repartida en participaciones por dos asociaciones de peluqueras y estilistas: “A 2,40 euros por participación, 15.000 euros a cada uno”. El resto de series han ido a parar a otros lugares por el intercambio entre administraciones de lotería; así han llegado a localidades más o menos lejanas como Alicante, Carcaixent (Valencia), Barcelona, Albacete o Pedreguer (Alicante), entre otras.

Olaya, que no se quedó con ninguno de los décimos premiados, no oculta su alegría porque asegura que el 21015 “es lo máximo. Se lo llevan semana a semana los mismos clientes”. Algunos, están “abonados al mismo número desde hace 50 años”, cuando la administración, situada en el centro de Almansa, junto a la Torre del Reloj del ayuntamiento viejo y el mercado, la regentaba Mayes, la madre de la actual propietaria. Hay hasta quien los juega, “en los sorteos de jueves y sábado”. Entre ellos, Manuel, un fabricante de calzado fiel al mismo número durante la friolera de 60 años que ahora asegura que repartirá el premio, “un pellizco”, entre su familia.

Una de las clientas fijas de la administración número 2 de Almansa es Belén Sánchez, nacida en la localidad manchega y propietaria del bar La boutique del café, situado en el barrio de La Florida de Alicante. En su local, Sánchez ha vendido 120 décimos, con lo que ha repartido 15 millones de euros. En declaraciones a Efe, la agraciada no quiso aclarar cuántos boletos se había quedado, pero sí que regaló uno a cada una de sus empleadas, Olga y Alba. “Seguiré trabajando”, aseguró, “pero estas Navidades vamos a cerrar el bar para disfrutar del premio”.

A kilómetros de Almansa y de Alicante, María José Manzaneda, gerente de una empresa de muebles de Paiporta (Valencia), también se ha llevado un pequeño pellizco del segundo premio. Un empleado compra todos los años el número en Almansa y ha repartido la fortuna entre 14 de sus 19 compañeros. Manzaneda está contenta, pese a que su hijo es uno de los que no compró. “Pero está muy feliz por los demás”, dice. De momento, los agraciados quedarán esta tarde para abrazarse y brindar por la suerte. “Es una alegría pero no hablamos de una millonada”, comenta.

Otro punto millonario se ha dado en la Administración L’Angel de la Sort, de Pedreguer, también en la provincia de Alicante, que ha repartido 70 décimos por ventanilla de este segundo premio. Analía, una de las trabajadoras, ha relatado que el premio está “muy repartido por el pueblo”, ya que ha tocado a dos cuadrillas de amigos, a un supermercado y a varios compañeros”. No es el primer premio de este calibre que reparte esta administración, pues en 2016 ya repartió un cuarto premio del Sorteo de Navidad.