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Meghan Markle afronta su primera crisis en la corte británica

Los tabloides de Reino Unido relacionan la renuncia de una de sus asistentes con el carácter despótico de la duquesa de Sussex

Meghan Markle y el príncipe Enrique durante los actos conmemorativos del centenario del fin de la I Guerra Mundial el pasado domingo, en Londres-
Meghan Markle y el príncipe Enrique durante los actos conmemorativos del centenario del fin de la I Guerra Mundial el pasado domingo, en Londres-Cordon Press
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Uno de los miembros más cercanos del personal de la duquesa de Sussex ha dejado su cargo solo seis meses después de la boda de Meghan Markle con el príncipe Enrique. Un hecho considerado insólito en una corte donde pertenecer al equipo más próximo a los miembros destacados de la familia real se considera un trabajo privilegiado y también un honor. La noticia, difundida por The Daily Mail, explicaba escuetamente que una asistente personal de la duquesa, identificada como Melissa sin más detalles, había renunciado inesperadamente a su puesto alegando razones personales.

Según la misma publicación, de la que se han hecho eco el resto de los tabloides británicos, una fuente de palacio habría explicado al Daily Mail que la noticia había caído como un jarro de agua fría porque se trataba de una persona muy valorada en el entorno de la familia real y apreciada por el resto del personal de Palacio.

A tenor de estas informaciones, Melissa ha sido una de las personas más cercanas a Meghan Markle durante la organización de su boda. Preparativos que si de por sí se suponen complicados en un evento de estas características, fueron especialmente estresantes en el caso de la duquesa de Sussex por la complicada relación de Markle con su familia paterna y por el escándalo que supuso, pocos días antes de la boda, la noticia de que su propio padre había comerciado con unas imágenes suyas. Un hecho que se unió, si no tuvo relación directa, con su renuncia a ser el padrino de su hija a causa de una intervención quirúrgica para solucionar un problema de corazón que le impidió realizar el viaje desde su residencia en Rosarito Beach (México) hasta Gran Bretaña por orden facultativa.

Solo con estos datos se ha desatado la primera crisis respecto al modélico recorrido de la exactriz de la serie Suits en la corte británica. Porque a la renuncia, que al principio se relacionó con el estrés que podría haber acarreado en esta asistente los frenéticos meses que han supuesto el estreno de la duquesa de Sussex, enseguida se han sumado comentarios sobre el trato que dispensa a los miembros de su personal.

El trabajo de un asistente personal dentro de palacio es fundamental para organizar horarios, planificación del programa oficial, viajes, gestión de correspondencia y apoyo en las visitas oficiales. Un puesto para el que no vale ni se elige a cualquier persona, ya que requiere un perfil alto de preparación y también una sintonía entre el trabajador y la persona a la que asiste, en este caso Meghan Markle.

Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra y detrás los duques de Sussex, el pasado domingo en Londres.
Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra y detrás los duques de Sussex, el pasado domingo en Londres.Cordon Press

Aunque no ha habido ningún comunicado oficial al respecto, la caza de brujas ha comenzado para algunos medios, que se han puesto a rebuscar entre el pasado reciente de Markle. Algunos ya han reseñado que el nuevo libro del biógrafo real Robert Jobson, Charles at seventy, señala que los preparativos para la boda fueron tan estresantes que hasta el sonriente príncipe Enrique se “volvió petulante y dio muestras de mal genio” con el personal; “alzó la voz en más de una ocasión e insistía diciendo ‘lo que Meghan quiera, que lo tenga”.

También se han difundido declaraciones de otra exasistente de Meghan Markle, Gina Nelthorpe-Cowne, que ha relatado que la condesa de Sussex fue implacable y exigente sobre la atención que necesitaba y sobre sus prioridades durante varios meses antes de la boda, vestuario incluido. E insinúa que había que ser muy delicado con ella y que despidió a quienes no compartían sus puntos de vista.

Abierta la veda también se ha desvelado que supuestamente la reina Isabel II habría llegado a advertir a su nieto, el príncipe Enrique, sobre la actitud “difícil” de Meghan después de una acalorada discusión sobre la diadema que quería haber usado en su boda y la que finalmente pudo lucir. Las palabras de la reina habrían estado dirigidas a recomendar que la actual duquesa de Sussex debía cuidar la forma de hablar a los miembros del personal y seguir el protocolo familiar sobre este asunto.

El príncipe Enrique y Meghan Markle el día de su boda el pasado 19 de mayo.
El príncipe Enrique y Meghan Markle el día de su boda el pasado 19 de mayo.Cordon Press

La primera crisis de los queridos duques de Sussex sólo ha recibido como respuesta el tradicional “no comment” del Palacio de Kensington pero los tabloides británicos han hecho extensivo el problema a los duques de Cambridge. Se sugiere que Enrique y Guillermo se están distanciando y que entre sus esposas también han surgido diferencias a causa del trato que Markle dispensa al personal de palacio con sus expectativas hollywodienses; algo con lo que Kate Middleton ha sido siempre extremadamente cuidadosa.

La popularidad de la pareja formada por el príncipe Enrique y Meghan Markle parece intacta y muchos de sus admiradores han contestado a los medios que han lanzado estas informaciones afirmando que todo el personal que asiste a los miembros de la casa real son de conocimiento público con su nombre, apellidos y función, y que se trata de un bulo para desprestigiar a unos miembros de la familia real que ganan puntos cada día que pasa por su cercanía con el pueblo y una forma diferente de abordar sus actos públicos.

En Estados Unidos los hermanos de Markle por parte de padre se estarán frotando las manos. No en vano han sido los que durante los meses previos a la boda han sembrado todo tipo de dudas sobre su aparente dulce carácter. Su hermana Samantha Grant, de 53 años, la ha acusado de “trepa” y de no ayudar a su padre cuando tuvo problemas financieros. Su hermano Thomas Markle Jr, de 51 años, llegó a escribir una carta abierta al príncipe Enrique advirtiéndole que estaba a tiempo de cancelar el enlace: “Es una presuntuosa superficial que se burlará de ti y de la familia real. Y añadió que Meghan estaba “representando el papel de su vida”. Antes ya había dado una entrevista al Daily Mirror en la que afirmó que desde que su medio hermana llegó a Hollywood “se olvidó de sus raíces”. 

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