La muerte
En estas fechas se visibiliza por unos días el fenómeno de la muerte, al que la sociedad actual, en general, da la espalda el resto del año. Admitir que la vida termina no concuerda bien con la continua llamada a un consumo incesante; reconocer la finitud no casa con la práctica de un crecimiento ilimitado. Quizá por eso la muerte se ha convertido en un tema tabú como en otro tiempo lo fue el sexo: una realidad a esquivar y, si se puede, negar. La ideología transhumanista fantasea incluso con “la muerte de la muerte”, es decir, con la posibilidad de prolongar indefinidamente nuestra vida con ayuda de la tecnología. Sin embargo, la conciencia de la muerte es lo que nos hace humanos: solo nosotros, por nuestra capacidad de pensar, conocemos por anticipado que hemos de tener un final. Y si meditáramos más a menudo sobre él en lugar de obviarlo, quizás nos volviéramos más comprensivos con quienes son de nuestra misma condición y, por lo tanto, también en el otro sentido de la palabra, más humanos.
Pedro Feal Veira
A Coruña
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