Cambios personales, cambios globales
Dicen que la forma de hacer de nuestra clase política es un reflejo de cómo actuamos como ciudadanía. En el mismo sentido, las noticias que recibimos relacionadas con la inmigración reflejan nuestra ancestral tendencia a rechazar aquello que es distinto, aquello que nos obliga a cambiar y adaptarnos a otra realidad.
De la misma manera, las personas sin techo nos devuelven una imagen ampliada de los problemas y dificultades que sufrimos como sociedad. Que yo comparta una denuncia sobre un ataque racista sufrido por una amiga cerca de mi casa refleja también algo bastante común: que solo nos impresionan de verdad las cosas que nos tocan de cerca. Aquí, la invitación a cuidar nuestro día a día, a actuar de manera responsable con cada acto y comentario para conseguir cambios reales a un nivel más global. Se hace tarde para continuar echando la culpa a los demás.
Ana Gorostegui. Madrid