Arabia Saudí y Venezuela
Arabia Saudí es una petrodictadura rica con muy buena salud diplomática. Lo hemos visto con el caso de Jamal Khashoggi, el periodista que desapareció a plena luz del día en su consulado en Turquía. Venezuela, por contra, es una petrodemocracia pobre sin tanto predicamento internacional. Lo sabemos porque nos enteramos hasta cuando les falta papel higiénico. Ambos regímenes, a su manera, son atroces y odiosos. Pero puede sacarse otra conclusión: que si hay negocios de por medio con el asesino pudiente, el silencio exterior retumba. Y si no los hay con el criminal pobre, el cinismo interior chirría.
Gonzalo de Miguel Renedo
La Rioja
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