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Suiza le niega el permiso de residencia a Román Abramóvich

La policía del país alpino sospecha que podría haber estado implicado en un asunto de lavado de dinero en los años noventa. Sus abogados lo niegan

Róman Abramóvich y su hijo Arkadiy en octubre de 2014.
Róman Abramóvich y su hijo Arkadiy en octubre de 2014.GTRESONLINE

Román Abramóvich no es bienvenido en Suiza. Las autoridades no quieren allí al magnate de origen ruso (que recientemente obtuvo el pasaporte israelí), al que le gustaría vivir en uno de sus cantones. Pero no: su presencia no es bien recibida y no tiene trazas de serlo durante un tiempo.

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Abramóvich, dueño del Chelsea y propietario de una inmensa fortuna estimada en más de 9.300 millones de dólares, pidió hace dos años el visado para entrar en Suiza y poder residir allí. En concreto, en la lujosa zona de esquí de Verbier, de apenas 3.000 habitantes, en el cantón de Valais, al sudoeste del país y muy cerca de las fronteras con Francia e Italia. Sin embargo, las autoridades suizas se lo han pensado dos veces antes de concederle dicho permiso. 

Según explican los medios suizos, y tal y como les ha confirmado la Secretaría de Estado para las Migraciones del país alpino, Abramóvich ha rellenado "un formulario para solicitar el permiso de residencia" y lleva pendiente de ello algo más de dos años. Sin embargo, dicha solicitud ha sido rechazada por parte de la Policía Federal, que se lo ha negado porque sospecha de lavado de dinero a finales de los años noventa.

En un comunicado, el abogado del magnate lo ha negado. "Estamos extremadamente decepcionados por la publicación de información confidencial de archivos del Gobierno de Suiza referentes al señor Abramóvich [...]. Cualquier sugerencia de que el señor Abramóvich ha estado implicado en lavado de dinero o de que tiene contactos con organizaciones criminales es completamente falsa. El señor Abramóvich nunca ha sido acusado formalmente de lavar dinero ni tiene un historial criminal. Nunca ha tenido, ni se le han supuesto, vínculos con organizaciones criminales", explica el letrado Daniel Glasl.

Al parecer, a principios de año los diarios suizos ya tenían la información sobre la negación del permiso a Abramóvich, pero una orden judicial que él mismo solicitó a Zúrich no les permitió publicarlo. Sin embargo, apelaron la decisión y ahora han podido hacerlo público, pese a los impedimentos iniciales del ruso y de sus abogados.

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Róman Abramóvich en su retrato más reciente, el 18 de agosto de 2017 a bordo de una lancha en la Costa Azul francesa.

En un principio, los responsables políticos del cantón de Valais se sintieron entusiasmados con la idea de la mudanza de Abramóvich gracias a los suculentos ingresos e impuestos que podría dejar en la región. Sin embargo, sus planes se ven ahora frustrados.

Pese a ser dueño del Chelsea desde hace 15 años, el empresario ruso no tiene fácil vivir en Inglaterra, pese a que es el decimotercer hombre más rico del país. Ha intentado renovar su visado en el Reino Unido, pero la luz verde no termina de llegar. De ahí que a finales de mayo se montara en su reactor privado y llegara a Tel Aviv, donde le recibió un funcionario del Ministerio del Interior con el pasaporte en la mano para darle una calurosa bienvenida en el país. A falta de las nieves de Suiza, se tendrá que conformar con el lujoso hotel de Tel Aviv a orillas del Mediterráneo que compró en 2015 por 22 millones de euros. Todo ello con importantes beneficios fiscales, de los que disfrutará gracias a la bienvenida que le ha dado el Estado de Israel durante 10 años.

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