Roman Abramovich, uno de los hombres más ricos del mundo, se separa de su tercera esposa

El magnate ruso Roman Abramovich, uno de los hombres más ricos del mundo, ha anunciado la separación de su tercera esposa, Daria Zhukova, después de diez años de vida en común en la que tuvieron dos hijos. La pareja confirma haber tomado la “difícil decisión” en un comunicado conjunto donde no se especifica si también van a emprender los pasos para formalizar el divorcio.

Abramovich, de 50 años y con una fortuna estimada por la revista Forbes en más de 9.000 millones de dólares (la número 139 del mundo), entabló su relación con Daria, catorce años más joven, cuando todavía estaba casado con Irina, la madre de sus cinco hijos mayores. La firma de los papeles de divorcio en Rusia, hace una década, le supuso desembolsar a su exesposa 300 millones de dólares. La cifra probablemente habría resultado mucho más abultada de haberse formalizado el proceso en el Reino Unido, donde residía el matrimonio.

Dado que las leyes británicas suelen ser muy favorables a la esposa en los procesos de separación millonarios, algunos medios han empezado a especular sobre cuánto podría costarle al magnate un nuevo divorcio, en caso de que la pareja diera ese paso. Pero los dos han disipado cualquier tensión, subrayando en el comunicado que seguirán “trabajando juntos” en calidad de cofundadores del Museo Garage, uno de los centros de arte contemporáneo más importantes de Moscú.

A raíz de su emparejamiento con Abramovich, Dasha Zhukova comenzó a volcar su interés –y parte de la fortuna de su pareja- en el mundo del arte. El resultado ha sido ese Museo Garage y otro centro cultural en San Petersburgo, cuya gestión le ha alejado de los círculos sociales que solía frecuentar en Londres. Nacida en Rusia y criada en Estados Unidos, Zhukova es hija de un magnate del petróleo –Alexander Zhukov- que en su día le introdujo en el exclusivo círculo londinense de Abramovih, propietario de uno de los principales clubs de fútbol de la capital británica, el Chelsea.

Amante de una vida de lujo, que le permiten posesiones como el segundo mayor yate del mundo o sus numerosas mansiones en diversos países, Roman Abramovich es un personaje que protege al máximo su privacidad (se sabe muy poco, por ejemplo, de su primer matrimonio de juventud en Rusia). Nadie pudo dar por seguro si estaba casado con Dasha hasta que ella misma lo confirmó en una entrevista hace solo dos años (y sin precisar la fecha en que tuvo lugar el enlace).