Miguel Ángel Muñoz: “Intento no poner mi nombre en Google para no saber lo que dicen de mí”
El actor está de moda con una nueva serie, por sus planes para dirigir y por ser objetivo de la prensa del corazón
El personaje que le dio la fama fue también quien, para muchos, le forjó una personalidad que difería de la realidad. Él era el chulo, el niño bien y el que conseguía todo lo que se proponía. Él era Rober, de Un paso adelante (UPA), la serie de Antena 3 que en 2002 presentaba a un Miguel Ángel Muñoz de 17 años que se quería comer el mundo. Lo había empezado a degustar mucho antes, con 10, cuando participó en su primera película, El palomo cojo, y después, con 14, en la serie Al salir de clase. Ahora, con 35, puede presumir de tener un largo recorrido a su espalda, pero su inquietud le impide pisar el freno. Acaba de estrenar Presunto culpable, también de Antena 3, y pronto se pondrá bajo la dirección de José Luis Garci en Areta, investigación. En su agenda también tiene apuntado correr un maratón en Chicago e irse de misión humanitaria a África y, en algún momento, dar el salto a la dirección. “Estoy feliz. sí. Un día me di cuenta de que verbalizar lo positivo me hacía estar más feliz, y desde hace varios años es lo que hago”, asegura un sonriente Miguel Ángel Muñoz a EL PAÍS en la colorida terraza del restaurante Elparacaidista, en Madrid.
Una sonrisa que no desaparece a lo largo de toda esta entrevista y que parece permanente desde hace, precisamente, dos años, cuando esa imagen de malote se desvaneció a su paso por Masterchef Celebrity, el programa de cocina de TVE que le convirtió en el primer ganador de la edición de personajes famosos en 2016. Ahí la gente pudo descubrir a la persona más allá del actor. Su compañerismo, su empeño en el trabajo y su gran sentido del humor hicieron que el intérprete de El síndrome de Ulises comenzara a ser más querido. “Muchas veces preconcebimos la personalidad de alguien según el personaje que ha interpretado y no es así. En el programa se conoció algo de mí que hasta entonces no se había visto porque nunca me había prestado a participar en un programa de entretenimiento donde se muestra una parte más personal. Fue una gran experiencia”, explica.
Después participó en el programa de Jesús Calleja, en Cuatro, donde el reto de subir los 5.350 metros del Pico Tarija, en Bolivia, permitió descubrir a un Miguel Ángel Muñoz atrevido, que puede con todo y que no se rinde fácilmente. Admite que es trabajador, metódico, exigente y muy concienzudo tanto en su trabajo como en su día a día pero cuenta que, sin saber por qué, desde hace “dos o tres años” ha cambiado su filosofía de vida y ha aprendido a ver las cosas de otra manera. “Antes me enfadaba cuando no tenía todo controlado, ahora no”. Señala que esto ha cambiado desde que hace terapia –que aconseja a todo el mundo–, desde que practica yoga o, simplemente, “porque me hago mayor”.
En las últimas semanas ha sido portada de todas las revistas del corazón por su supuesta relación con Ana Guerra, la cantante y exconcursante de Operación Triunfo. Un tema del que no quiere hablar, pero que asume con resignación. “No me queda otra que aceptarlo”, explica, “intento no estar pendiente ni poner mi nombre en Google para ver qué dicen de mí, lo vivo como un espectador más. Eso sí, mi familia y mis amigos saben que cuando salen ese tipo de noticias más sensacionalistas no me lo pueden decir. No me molesta, simplemente prefiero no saberlo.
Sobre las críticas asegura que intenta no tomárselas en serio. Ni las buenas ni las malas. Pone de ejemplo las redes sociales que, explica, se toma como parte del trabajo y como una responsabilidad más. “Nunca he subido una foto de mis padres”, dice el hijo de la famosa vidente de los años noventa Cristina Blanco, quien se retiró de los medios tras ser acusada de estafa y condenada a 16 meses de prisión por robo en un hotel. Habla de ellos con la admiración que cualquier hijo tiene a sus padres, pero los mantiene al margen. “Yo estoy expuesto por mi profesión, pero mi familia o mis amigos no”. “Si haces a todo el mundo partícipe de tu vida, no queda nada para compartir con las personas especiales. Y a mí me gusta hacer especial a la gente que quiero y está cerca de mí”, añade.
Cuando habla desprende esa sensación de cercanía como si conociera a la otra persona de toda la vida. Se define muy familiar y le encantan los niños, aunque aún no es su momento. “Quiero formar una familia, pero no ahora”. Explica que todavía le queda mucho por vivir y tiene claro que cuando tenga hijos quiere dedicarse mucho a ellos. “Tiene que llegar la persona con la que yo quiera formar una familia y que esa persona quiera formar una familia conmigo. Cuanto más tarde mejor, pero eso no lo decidiré yo”, dice. Aunque sí tiene claro que será en España donde se instale definitivamente cuando eso ocurra.
El actor lleva diez años a caballo entre España y Estados Unidos y, aunque le encanta Los Ángeles –“la ciudad, el ritmo, la gente” – dice que no es comparable con su país natal. Muñoz también ha vivido varios años en París, donde participó en la edición francesa de Bailando con las estrellas, y en México, donde se instaló una temporada para protagonizar la serie Infames.
De momento la familia espera, pero no muchos de sus otros sueños. El 7 de octubre va a correr el maratón de Chicago, después quiere conocer Toronto y, para finales de mes, prepara un viaje “muy especial”: una misión humanitaria con una ONG a Chad, en África Central, un proyecto solidario del que ha preferido no desvelar más detalles. Pero si algo no duda es que su nombre figurará en los créditos como director. De hecho, ya se ha puesto a dar órdenes detrás de la cámara en una película sobre su Tata, la hermana de su abuela, de 93 años, —que él mismo hizo famosa a su paso por Masterchef y con la que cuelga vídeos en sus redes sociales—. El intérprete ya tiene grabada la cinta, solo queda por ver si acabará como proyecto personal o en la cartelera de los cines. “Dirigir me gusta tanto como actuar. Es una inquietud que tengo desde hace muchos años y quiero hacerlo”.
El Tito Rober que un día interpretó en UPA aparece a la hora de posar para la fotografía: el nuevo Muñoz abre su mochila y se pone a elegir entre tres camisetas escondidas para el momento. Vanidades de actor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.