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Una ejecutiva denuncia los abusos sexuales en la industria musical

Dorothy Carvello relata en un libro los años de acoso y agresiones que vivió en la potente discográfica Atlantic. "Era como vivir en una película porno", dice

De izquierda a derecha: Elton John, Jerry Hall y Ahmet Ertegun durante una fiesta en Nueva York (1978).
De izquierda a derecha: Elton John, Jerry Hall y Ahmet Ertegun durante una fiesta en Nueva York (1978).Getty

Dorothy Carvello (1963, EE.UU.) tenía solo 25 años, trabajaba en la discográfica Atlantic Records y su jefe, con más de 60 años, el capo de la industria Ahmet Ertegün, se afanaba en tocarle los genitales. "Era como un pulpo aferrado a mi cuerpo y le empecé a pegar", confiesa Carvello, la primera cazatalentos femenina de la historia del sello discográfico, a The New York Post. Carvello tuvo que presenciar escenas como las siguientes: compañeros mostrando sus penes por hacer la gracia, reuniones en las que se consumía pornografía o ver cómo su jefe recibía sexo oral mientras firmaba contratos en el estudio de grabación. "En ese momento, sabía que tenía que aceptarlo o renunciar. Decidí aceptarlo", explica.

En un día malo, sin embargo, le tocaba aguantar el tipo mientras dos compañeros le bajaban la falda en el ascensor, o ir a comprar los juguetes eróticos y lubricante que le pedían en la oficina. "Fue una locura, como vivir en una película porno. Todo era incorrecto e ilegal, pero a nadie le importaba. Al final yo contribuí a eso. Me atraparon y empecé a verlo normal", confiesa Carvello a Rolling Stone.

"Fue una locura, como vivir en una película porno. Todo era incorrecto e ilegal, pero a nadie le importaba. Al final yo contribuí a eso. Me atraparon y empecé a verlo normal", confiesa Carvello a 'Rolling Stone'

Durante los cuatro años (de 1987 a 1990) que estuvo en la compañía, Carvello (que hoy tiene 55 años) sufrió acoso y agresiones físicas, como una fractura de brazo que le provocó un golpe que le propinó el propio Ahmet Ertegün (Estambul, 1923- Nueva York, 2006). Incidente por el cual Ertegün jamás se disculpó. Ertegün es uno de las grandes personalidades de la música de los últimos años. Fundador de la discográfica Atlantic Records, fue el descubridor o impulsor de las carreras de estrellas como Ray Charles, Aretha Franklin (recientemente fallecida), Otis Redding, Led Zeppelin, Crosby-Stills-Nash & Young, AC/DC...

Hoy, Carvello recoge estos y otros incidentes en Anything for a hit (Chicago Review Press, 2018), el libro donde relata el calvario que pasó en Atlantic Records. "La gente creía que este libro iba a ser una crítica a los hombres de la industria, pero no es así. Yo también cometí errores. Tuve sexo con hombres que eran mis superiores y aprendí que eso estaba mal. Lo que busco es apelar a la persona que abusó y ni siquiera lo sabe. Soy la primera mujer que ha escrito un libro en la industria de la música, y me critico tanto como critico este negocio", declara a Rolling Stone.

Tras cuatro años, la cazatalentos fue despedida después de rechazar a un ejecutivo que insistía en que Carvello se sentara en su regazo. Sin embargo, los malos tragos que, según su versión, sufrió no le quitaron las ganas de permanecer en la industria musical. Tras Atlantic Records encadenó una serie de trabajos en sellos como RCA, Giant o Columbia. Actualmente trabaja como publicista. "Sabiendo lo que sé hoy, si comenzara ahora mi carrera no permitiría que los hombres nos trataran irrespetuosamente a mí o a mis compañeras. Si hubiera sabido que existía la opción de ir a la prensa u otras formas de vencer a estos hombres, lo habría hecho", asegura Carvello también a la publicación estadounidense.

Dorothy Carvello en la portada de su libro 'Anything for a hit' (Chicago Review Press, 2018).
Dorothy Carvello en la portada de su libro 'Anything for a hit' (Chicago Review Press, 2018).

A pesar de lo que cuenta, Carvello mantuvo el contacto con Ahmet Ertegün hasta que este murió, en 2006, a los 83 años. Incluso lo visitó en su lecho de muerte. "Estaba ciego de un ojo y aún así me dijo: 'Muéstrame tus partes, por los viejos tiempos'. También me pidió que me metiera en la cama con él. Me negué. Incluso a punto de morir, Ahmet seguía siendo un animal. Si te acercabas demasiado, él te atrapaba", recuerda en The New York Post.

Sobre qué pensaría Ahmet del libro que deja al descubierto su lado más ocuro, Carvello tiene claro que no era un hipócrita y que admitiría los hechos como ciertos. "Me pidió que esperara a su muerte para publicar el libro. Después de todo, no sé por qué, yo sentía una empatía por él que seguramente él no sentía hacia mí. Es complejo. Me rechazaron muchas veces en el negocio discográfico y él se convirtió en ciertas ocasiones en mi único amigo", reconoce a Rolling Stone.

Con respecto a la posibilidad del surgimiento de un #metoo en la industria discográfica, la autora de Anything for a hit  también lo tiene claro: por el momento es inviable. "Las mujeres en la industria de la música todavía tienen miedo de hablar. Dudo que si alguna lo hiciera, fuese a recibir el respaldo de sus compañeros y compañeras que han recibido en el cine", explica a Rolling Stone.

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