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Dua Lipa suena distinta al volante de un Jaguar eléctrico

Un modelo de la marca británica de coches reproducirá la canción 'Want To' adaptada a la forma de conducir de cada usuario

Dua Lipa actúa en el Festival de Reading, Inglaterra, el 25 de agosto de 2018
Dua Lipa actúa en el Festival de Reading, Inglaterra, el 25 de agosto de 2018Simone Joyner (Getty Images)
Isabel Ferrer
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Llega vestida con un mono plateado con zapatos a juego. Es Dua Lipa, 23 años, la cantante británica de origen albanokosovar, que recibió ayer en Ámsterdam, en el más genuino sentido de la palabra, a la prensa de medio mundo. Lo hizo sentada para presentar una colaboración singular con la firma de automóviles Jaguar. Una aventura que parece hecha a su medida porque aúna tecnología, música, y está pensada para llegar a sus millones de fans. Ella, que cuando empezó “solo quería ser como Justin Bieber”, ha visto que la música evoluciona: “Empodera, inspira, acompaña y hasta puede mezclarse a medida para que refleje el estilo del usuario. Hay que mirar el futuro musical de otro modo”.

Lo dice con la seguridad que le da ser la artista más joven en haber conseguido 1.000 millones de visitas en YouTube, y la que más descargas acumula en la aplicación musical Spotify. Y lo hace en el curso de una comparecencia ante los medios de comunicación donde no hay preguntas inesperadas. Todo lo que rodea a la estrella está medio al milímetro. Por eso responde a un cuestionario compilado por adelantado por la firma, pero sale airosa y deja incluso un par de destellos personales. Eso quiere decir que está de buen humor. “Hay artistas que no utilizan las redes sociales. A algunos, ni siquiera te los imaginas en esa zona. Pero en mi generación es esencial. He crecido con ellas y me mantienen cerca de mi público”, asegura.

Al principio de su carrera, cuando colgaba en YouTube versiones de canciones de otros artistas, la mirada de los que se asomaban a la plataforma de vídeos le abrió puertas y alimentó sus colaboraciones con otros músicos. “La descarga musical, y el propio YouTube, se han vuelto muy importantes. Y una sola canción, por ejemplo, puede mezclarse y transformarse en algo inesperado e interesante”. 

Se refiere al programa de software incluido en el modelo eléctrico I-PACE de Jaguar que adapta su canción Want To al estilo de conducción del usuario, creando una nueva melodía. Se puede hacer lo mismo a través de Spotify, o pulsado un ritmo en el teléfono móvil, y la sorpresa del tono final la acerca aún más a sus seguidores. “Me encanta actuar en público, y lo hacía antes incluso de grabar discos. Todo me inspira, pero lo más importante para mí es componer música sin miedos. Que sea nueva, diferente y personal a la vez, y capaz de empoderar a quienes la escuchen”.

Dua Lipa en el interior de un Jaguar.
Dua Lipa en el interior de un Jaguar.

Suena casi solemne, pero, paradójicamente, el brillo de las lentejuelas de su vestido, firmado por Alberta Ferretti, sobre el escenario , tienen el efecto contrario. Contrarrestan los superlativos propios de los artistas y todo queda en la “explosión de los sentidos”, que asegura experimentar en los conciertos en directo.

No admite preguntas y la rodea un equipo que solo aparece, en tromba, cuando un fallo técnico con una pantalla obliga a cambiar el fondo escogido para la sesión fotográfica. Ante la cámara se relaja y se hace fotos con todos. Les pasa el brazo por encima del hombro, da las gracias y sonríe con profesionalidad. La misma con la que ha vadeado un temario rayano por momentos en el tópico. .

Residente en Londres, elude temas personales, pero reconoce haber disfrutado “mucho” cantando en la ceremonia de apertura de la final de la UEFA Champions League, en la que el Real Madrid venció al Liverpool por 3-1. “En un estadio con mayoría de público masculino, fue una satisfacción presentarme con un equipo femenino. Si nunca imaginé a dónde podía llegar con la música, ese fue un momento inspirador de verdad". Un golpe de efecto multitudinario a la vez que personal, por lo que tuvo de "empoderamiento”, que según afirma, es su forma de tratar a sus seguidores. “Son muy importantes para mí. Por eso cuelgo fotos de mi vida diaria en Instagram y tuiteo”.

Hay otra faceta de su vida menos llamativa, pero inexcusable para ella. Sus padres huyeron de Pristina, la capital de Kosovo, en los años noventa, en plena guerra de los Balcanes. Ella nació ya en el Reino Unido, pero regresó con su familia en 2008. Aunque su carrera musical la devolvió a Londres, cuando aún no había ganado sus dos premios Brit Awards ni el European Border Breakers Award (que reconoce el éxito de nuevos artistas) aprovechó su fama para levantar la Sunny Hill Foundation. Una organización dedicada a “ayudar en Kosovo a los más vulnerables, reducir la pobreza y la injusticia y promover los valores democráticos”, a la que presta su rostro y su voz.

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