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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Bueña señal en RTVE

Las primeras decisiones de Rosa María Mateo abren la senda hacia la necesaria despolitización de la corporación

La nueva administradora de RTVE, Rosa María Mateo, durante su toma de posesión en el Congreso de los Diputados.
La nueva administradora de RTVE, Rosa María Mateo, durante su toma de posesión en el Congreso de los Diputados.FERNANDO VILLAR (EFE)

Este lunes, la periodista Rosa María Mateo tomó posesión como administradora única de RTVE, un cargo cuya provisionalidad le obliga a tomar decisiones con rapidez. En su breve discurso en el Congreso de los Diputados avanzó de manera muy clara cuáles eran sus prioridades. Se comprometió a recuperar la credibilidad informativa y a conseguir una radiotelevisión pública plural e independiente. Y dio una pista sobre la manera en la que se proponía abordar tan ambicioso proyecto: contando con los profesionales de RTVE y especialmente con quienes han luchado durante años por hacer su trabajo conforme a inequívocos y estrictos criterios periodísticos.

No parece, a simple vista, un programa de acción revolucionario porque esa debería ser la función de todos los medios de comunicación y con mayor motivo si se trata de una corporación de titularidad estatal. Lo anormal, y también lo escandaloso, es que los principios de pluralidad, independencia y credibilidad hayan sido vulnerados tan reiteradamente durante tantos años en RTVE con la indisimulada complicidad del Gobierno del PP y de su grupo parlamentario, ausente a la hora de velar por la neutralidad de la radio y la televisión pública.

La primera y más significativa decisión adoptada por Mateo tras su nombramiento responde al compromiso adquirido en el mismo momento de asumir su cargo. El relevo en la dirección de Informativos de TVE y la fulminante destitución de José Antonio Álvarez Gundín, a quien los trabajadores han colocado en el epicentro de la censura y la manipulación en los últimos años, es en sí mismo una buena noticia. Y la designación para el puesto de la periodista de la casa Begoña Alegría, que encarna la lucha de tantos profesionales en favor de la independencia informativa, es una buena señal y abre la senda hacia la necesaria despolitización de la corporación.

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