Lavabos como los de los romanos, pero construidos por un robot

Se trataba de volver a la piedra a su origen, pero con los procesos del siglo XXI. La casa de mármoles valenciana Nerinea ha echado mano de la tecnología y de la inspiración del oficio del cantero para crear tres nuevos lavabos. Unas piezas realizadas a partir del bloque original de la piedra pero que, mediante un robot, se automatiza su producción a la vez que se personalizan. “El mecanizado mediante robot consigue resaltar la nobleza y la pureza del bloque original, se desvela, a través de su volumen, la esencia natural de la piedra”, cuenta Miguel Herranz, diseñador de la colección.

Nerinea, desde su stonepark cerca de la localidad de Buñol (Valencia) con más de 300 tipos de piedra –incluido su mármol jurásico con más de 150 millones de años–, ha buscado resaltar en el carácter escultórico de estas tres piezas. Así, por ejemplo, el lavabo Flow es una obra rotunda que, pese a su aspecto ligero, se acopla a encimeras pequeñas para sobredestacar como si fuese una obra de un cantero. “Hemos trabajado con una herramienta que nos ha permitido adaptarnos a las exigencias del producto a medida para el baño”, cuenta Herranz.

Del lavabo Erosion, de la colección Unique de Nerinea, además de ser personalizable, “cada pieza es única e irrepetible al mantener parte de la roca de origen, que posee fósiles del jurásico en relieve”, añade el diseñador sobre este exclusivo lavabo que alcanza los 20.000 euros el tamaño de 240 centímetros. Esa una vuelta al origen, a la piedra de aquellos lavaderos romanos de Marchena donde se rendía culto a la diosa Salus, la deidad del bienestar.

El diseñador destaca de su trabajo precisamente esto: la posibilidad de jugar con las texturas y los colores que da el mármol aplicado a un lavabo: “Me ha resultado especialmente interesante el atractivo de la relación natural del mármol y el agua, su cambio de aspecto en mojado, su mejora con el envejecimiento y su durabilidad”.

Completa el trío de lavabos el modelo Essence –a la venta desde 2.900 euros el tamaño de 60 cm–, más versátil, amable y entendible por el público, pero que de nuevo confirma la nobleza del uso del mármol en saneamientos. “Los verdaderos éxitos y clásicos del diseño perduran a lo largo del tiempo”, dice Herranz. Y este mármol tiene, al menos, varios milenios de historia.