La familia de Michael Schumacher compra la mansión de Florentino Pérez en Mallorca
La mujer y los hijos del piloto de Fórmula 1 quieren pasar largas temporadas en la isla pero siguen sin conocerse novedades sobre el estado del deportista tras el grave accidente que sufrió en 2013
Tras años de silencio mediático, el piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher vuelve a ser noticia aunque sea de forma indirecta. Desde que el 29 de diciembre de 2013, el heptacampeón sufriera un fatídico accidente de esquí en la estación alpina de Méribel (Francia) las noticias sobre el deportista se han conocido con cuentagotas. Las últimas se remontan a 2016. En febrero Luca Cordero De Montezemolo, el expresidente de Ferrari, afirmaba “Tengo noticias acerca de él y lamentablemente no son buenas”. Y en noviembre de ese mismo año se informó sobre su ‘reaparición’ en las redes sociales después de tres años en coma. Se trataba del estreno de un perfil en redes sociales que coincidía con el aniversario de su primer título en un gran premio, en Adelaida (Australia), una forma de compartir recuerdos y homenajear al piloto.
El bloqueo informativo impuesto por su familia, en torno a la evolución de Michael Schumacher, continúa pero ahora se ha sabido que su esposa, Corinna Schumacher, ha adquirido la exclusiva propiedad de Mallorca –Villa Yasmín– que ha pertenecido hasta ahora a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, según ha informado la edición dominical del popular diario Bild.
La publicación afirma que la familia del piloto ha pagado 30 millones de euros por la propiedad que está construida en una superficie de 15.000 metros cuadrados, tiene vistas al mar, dos piscinas y está rodeada de jardines. El mismo medio recuerda que a Corinna, de 49 años de edad, le encanta la naturaleza y los animales y que este puede ser el motivo por el que haya decidido adquirir la que fue residencia de vacaciones de Florentino Pérez y su esposa María Ángeles Sandoval a la que familiarmente se conocía como Pitina, que falleció en 2012, uno de los motivos por los que el presidente del club blanco decidió ponerla en venta en 2017.
El accidente del Schumi, como le llamaban en el padock, ocurrió mientras esquiaba, un deporte que aquel día siniestro decidió practicar en compañía de su hijo Mick. El piloto se metió por un fuera de pista y perdió el control lo que provocó que se estrellara de cabeza contra una roca. Tras seis meses en coma, Schumacher quedó en estado vegetativo y aunque después se supo que su estado mejoró levemente, el golpe dejó lesiones irreversibles en el deportista más laureado de la historia de la Fórmula 1. Desde entonces las informaciones sobre cómo se encuentra el alemán o qué tipo de vida le permite hacer sus lesiones son prácticamente nulas.
Schumacher vive habitualmente junto a su familia en Gland, en Suiza, en una vivienda habilitada con todos los equipamientos necesarios para atender el expiloto. Se supone que un equipo médico cuida al deportista y le atiende día y noche, pero ninguno de los implicados ha roto el pacto de silencio que envuelve todo lo que se refiere a la salud de piloto. También se desconoce si la propiedad de Mallorca se podría preparar para recibir su visita durante las temporadas que su familia pase en ella. Su entorno considera que su estado de salud es un asunto estrictamente privado a pesar del interés que siempre despierta y solo abandona su silencio en las cuentas oficiales del mito de la Fórmula 1, que están gestionadas por su mujer y su exmanager, Sabine Kehm.
Su hijo Mick, que ahora tiene 19 años y fue quien le acompañaba el día del accidente, sigue los pasos de su padre como piloto y actualmente hace sus pinitos en este deporte en Fórmula 3. Su hija Gina Maria, de 21 años, está centrada en la práctica de la equitación.
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