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EL NO YA LO TIENES
Columna
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¿Creéis que es fácil ser actor?

Por ejemplo, ¿creéis que es plato de gusto que al llegar a un restaurante el dueño te reconozcan, te cuele y a veces incluso te invite?

El humorista Joaquín Reyes en una imagen de su nueva película, 'Futbolísimos'.
El humorista Joaquín Reyes en una imagen de su nueva película, 'Futbolísimos'.ATRESMEDIA

El mes que viene se estrena la película Futbolísimos; si buscan mi nombre en los creditos, lo encontraran y bien grande. Con esta llevo casi cuatro películas y media, y por lo menos otras tantas series de televisión; podemos afirmar sin temor a equivocarnos que soy un actor a todos los efectos.

La gente por lo general pensáis que el ser actor es un “ji, ji” y un “jo, jo”, pero ni hablar del peluquín, porque conlleva muchas cargas.

Por ejemplo, ¿creéis que es plato de gusto que al llegar a un restaurante el dueño te reconozcan, te cuele y a veces incluso te invite? ¿O que a una marca publicitaria, considerando que tienes influencia en la gente, le parezca buena idea pagarte dinero por salir en un anuncio sujetando su producto cerca de la cara? ¿Y qué decir de las redes sociales? Lidiar con miles y miles de mensajes. Mensajes sencillos, directos y concretos, que dejan entrever una admiración ciega, sin limites y también porque no decirlo, un poco de envidia. Eso es muy arduo.

A veces no me creo la responsabilidad que soportas al ser actor. Saber con certeza que cualquier persona a la que te acerques, estará al instante con la guardia baja y que un poco de conversación acompañada de algunas insinuaciones veladas bastará para que piense “¡Cómo me gustaría estar siempre a su lado!”.

¡Sí, demonios es muy duro!

Y si os soy sincero tampoco me siento cómodo con que un séquito de personas trabaje para mí. Y que su ocupación sea procurar que yo esté feliz, averiguar qué me falta y proporcionármelo. Y que en su sueldo, por lo tanto, vaya el sentirse culpable cuando algo sale mal y que yo se lo haga saber, a veces con gritos, a veces con susurros.

Pero también ser actor tiene su parte sencilla: a veces, hay que actuar.

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