Ministras, ministros y nacionalistas

En los papeles de Felipe González se alternan las reflexiones sobre el poder o el porvenir del socialismo con listas de futuros ministros y apuntes sobre políticos nacionales y extranjeros. Como reconoce el propio expresidente, las quinielas son las que más “morbo” despierta, pero lo cierto es que permiten asistir al día a día de sus cambios de Gobierno. Así, en una de las remodelaciones más sonadas del gabinete socialista, la que en 1991 vio cómo Alfonso Guerra dejaba la vicepresidencia y pasaba a ocuparla Narcís Serra, las notas de Felipe González dejan ver que para ese puesto pensó también en Francisco Fernández Ordóñez y Carlos Solchaga, el gran rival de Alfonso Guerra. Incluso pensó en no cubrir la vacante de su histórico número dos. Además, si en una lista valora sustituir a Jorge Semprún al frente del Ministerio de Cultura por Ludolfo Paramio o por una “una mujer” (al final lo sustituyó Jordi Solé Tura), en otro apunte, la relación de posibles ministras, sin especificar cartera, incluye ya a María Teresa Fernández de la Vega. Esa vez no llegó a sentarse en el Consejo de Ministros, pero en 2004 -13 años más tarde- se convertiría en vicepresidenta con José Luis Rodríguez Zapatero. Junto a ella, en aquella lista aparecen María Dolores Pelayo, Elena Flores, Paz Felgueroso y Elena Arnedo. Las mujeres de ese Gobierno fueron Rosa Conde (portavoz) y Matilde Fernández (Asuntos Sociales).

En las notas de Felipe González hay, con todo, más opiniones sobre política que sobre políticos. En algunas ocasiones, sin embargo, sus apuntes dan cuenta de su relación con otros mandatarios. Así, en abril de 1987, anota sobre una visita del lehendakari José Antonio Ardanza: “Me muestra su preocupación por elementos dinamizadores de Sevilla 92 y Barcelona 92. Euskadi potencia industrial / Puerta de Europa”. Y en septiembre de 1988: “Jordi Pujol. Pacto de lealtad. Ha fracasado su viaje a Brasil. No lo ha recibido el Gobernador de Sao Paulo”. Cinco años más tarde, en junio de 1993, tras ganar las elecciones, por última vez y sin mayoría absoluta, escribe: “LA NUEVA LEGISLATURA / Objetivo, estabilidad. / Tres opciones / Gobierno minoritario con apoyos externos de nacionalistas y/o IU. / Gobierno minoritario con pacto de legislatura. / Gobierno de coalición en Congreso y Senado. / A mi juicio, el compromiso, en cualquiera de los tres niveles con nacionalistas (Ciu o Ciu + PNV) es más seguro y fácil que con IU”. La opción elegida fue la primera con apoyo de los nacionalistas. La ruptura entre PSOE e IU fue total. 

Esta es la transcripción del manuscrito de Felipe González: