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La alegría de Limbani, un chimpancé del zoo de Miami, al reencontrarse con sus antiguos cuidadores

El primate nació con neumonía y fue rechazado por su madre, momento en que fue adoptado

El chimpancé Limbani muestra su alegría con sus cuidadores.Vídeo: @ZWFMIAMI

Limbani, un chimpancé del Zoological Wildlife Foundation (ZWF) en Miami, Estados Unidos, que fue rechazado por su madre al nacer por tener neumonía, tuvo una increíble reacción con los cuidadores que se hicieron cargo de él, Jorge y Tania Sánchez. Después de dos meses sin verse, el primate corrió  a abrazarse al matrimonio cuando se percata que ha entrado en la misma habitación. "Sin la intervención humana y la medicina moderna, él no estaría aquí hoy. Tania y Jorge pueden estar un par de meses sin verle y su reacción es siempre la misma. Limbani es, de lejos, el más amado de la familia de ZWF", afirmó el zoo a través de Facebook, Instagram y YouTube.

El animal es, de hecho, una de las estrellas en las redes sociales de esta institución. Las fotografías y los vídeos con él son frecuentes, y se le puede ver con otros animales del zoo, bebiendo de un biberón, manejando el grifo de una ducha, utilizando un rotulador, o limpiándose los dientes. 

El vínculo emocional entre chimpancés y humanos no es nada nuevo. La conducta de los primates con las personas nos recuerda a la de estas últimas, ya que se abrazan, se besan, juegan o saludan. "Su actitud nos resulta emotiva porque nos parece muy humana, pero realmente es muy primate", explicaba recientemente a Verne el experto Miquel Llorente, presidente de la Asociación Primatológica Española.

También existe la amistad entre chimpancés: "Confían en sus congéneres en un contexto en el que los tramposos podrían aprovecharse", aseguraba Jan Engelmann, del Instituto Max Planck, tras publicar un estudio en 2016. "Estos hallazgos sugieren que la confianza podría ser la base de gran parte de la conducta cooperativa observada en chimpancés. Y que la confianza dentro de parejas estrechamente unidas no es exclusiva de los seres humanos, sino que más bien son acciones que comparten raíces evolutivas con las relaciones sociales de nuestros parientes primates más cercanos", afirmaba Engelmann.

"Desde una perspectiva evolutiva, las amistades humanas no representan una anomalía en el reino animal, como es el caso de los chimpancés", explicaba el antropólogo, que añadía: "Una característica común es la tendencia a confiar selectivamente en amigos incluso en situaciones costosas". Los chimpancés, como los humanos, tienen una naturaleza violenta y también una inclinación a consolidar amistades duraderas.

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