La independencia de RTVE

Lo ocurrido en el Congreso en la primera votación de la lista de consejeros propuesta para RTVE es una demostración de cómo la empresa pública estatal de comunicación audiovisual está convertida en un mero instrumento para la estrategia política de nuestro país. Podemos presume de influencia política sobre el Ejecutivo de Sánchez; Esquerra Republicana condiciona su apoyo a un diálogo entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, y los demás partidos que apoyaron la moción de censura —PDeCAT, Compromís, Bildu y Nueva Canarias— se niegan a secundar el acuerdo por sentirse ninguneados en la negociación de la lista pactada por PSOE, Podemos y PNV. Por su parte, PP y Ciudadanos hablan de “cacicada y dedazo”. Mientras tanto, los 6.400 trabajadores de RTVE seguimos haciendo la labor de servicio público que tenemos encomendada, a la espera de que se nos diga desde la clase política cómo debemos ejercer la independencia y reflejar la pluralidad, sin olvidar la profesionalidad y el deber de diligencia que se nos presupone como empleados de una empresa pública que debe informar con prestigio y rigor, y de una manera veraz y creíble, si queremos seguir siendo referencia para los demás medios de comunicación públicos y privados.— Julio García de la Paz. Granada.