Usted puede comprar los muebles de Tom Hanks y Rita Wilson
El matrimonio de actores y productores han decidido sacar a subasta parte del mobiliario de su casa, que puede adquirirse desde 65 euros
Rita Wilson y Tom Hanks han celebrado este mes de abril 30 años casados. En una industria donde los matrimonios se cuentan incluso por horas, esta pareja de actores y productores (que han ayudado a llevar a las pantallas películas como Mi gran boda griega o Mamma Mia!) han hecho de la estabilidad su bandera. Pero eso no implica que sean reacios a los cambios: ahora han decidido dar un giro a su hogar y para ello van a deshacerse de parte de su mobiliario.
Nada de tirar: los Wilson-Hanks han preferido aliarse con la página online Viyet (asociada a la conocida casa Sotheby's) y sacar sus muebles a subasta. Con lo que consigan pueden sumar unos cuantos ceros a su fortuna, estimada en más de 300 millones de euros.
En total pueden comprarse 45 objetos pertenecientes a la casa que el matrimonio tiene en Los Ángeles (California, EE UU). Los precios van desde unos módicos 75 dólares (unos 60 euros) hasta rozar los 8.000 (casi 6.900 euros) que cuesta un biombo forrado en tela de color crema de la firma Victoria Hagan. Por menos de mil dólares sólo pueden adquirirse una decena de piezas, siendo la más barata un par de pequeñas sillas.
En la selección puede encontrarse mobiliario más decorativo, como bandejas repujadas, espejos rococós o una elegante mesa de despacho italiana pintada a mano, pero también otros puramente prácticos como un sillón color crema, una mesa baja de ratán o incluso plafones básicos de techo. Según afirman, los objetos guardan muchos recuerdos para ellos porque su casa ha sido siempre epicentro de cenas y fiestas. "Siempre hemos recibido a familiares y amigos. Soy medio griega, así que puedes estar segura que ha habido gente, comida y música", ha declarado Rita Wilson sobre esta curiosa venta a la revista People. "Es importantísimo mantener el contacto con los amigos y sacar tiempo para ellos. Lo hacemos, incluso con nuestras agendas. Es rejuvenecedor".
Que nadie sufra por no poder usar las piezas. "Me encanta el buen diseño, pero nunca sacrifico la comodidad", ha confesado Wilson. Así que ya sabe: si decide poner un sofá de Hollywood en su salón, podrá impresionar a sus invitados... pero también echarse la siesta.
