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Las zapatillas mandan en la moda masculina

Las colecciones para hombre de Milán y París se han puesto de acuerdo. El verano que viene el hombre solo llevará zapatillas de deporte

Un modelo desfila para Dries Van Noten en su desfile masculino de primavera-verano 2019 celebrado el 21 de junio en París.
Un modelo desfila para Dries Van Noten en su desfile masculino de primavera-verano 2019 celebrado el 21 de junio en París.Peter White (Getty Images)
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Faltan dos días para que terminen los desfiles hombre de primavera-verano 2019 en París pero el mensaje está claro. Los principales nombres de la industria de la moda compiten por seducir al público millennial con colecciones radicalmente rejuvenecidas llenas de vaqueros anchos, sudaderas con logo, gorritos de pescador, estampados floreados con aire psicodélico, abundante ropa de inspiración atlética y todavía más zapatillas deportivas. Esta última se ha revelado como la categoría con mayor crecimiento de la moda. Tanto que encontrar un zapato en las propuestas de firmas de lujo antaño clásicas se ha convertido en misión imposible. 

El deporte también ha impregnado la edición número 94 de la feria Pitti Uomo de Florencia, celebrada la pasada semana. El audaz Craig Green hizo suya la inspiración con una colección basada en la superposición de prendas y capas que el athleisure —el chándal urbano— ha convertido en norma. Deportiva, pero más mesurada, resultó la apuesta del nuevo director creativo de Roberto Cavalli, el británico Paul Surridge. El alfabeto básico de la casa se plasmaba en estampados selváticos, aplicados sobre prendas que abrazaban el relax: cazadoras, bermudas, chaquetas deportivas y pantalones chinos. 

Ha sido en Milán donde más se ha sentido el cambio generacional en el público objetivo de las colecciones. "Hay que buscar una elegancia joven nueva", decía Miuccia Prada. "He trabajado mucho diseñando piezas sencillas: la chaqueta perfecta, el pantalón perfecto, el short perfecto", afirmaba. Además de perfecto, el short en cuestión era cortísimo, prácticamente una minifalda, y también el plato fuerte de una colección que mezclaba clásicos del armario masculino con marcado tono años setenta con deporte retro y estampados alucinógenos. Ropa, según la diseñadora, "que cobra sentido cuando alguien se la pone".

Un diseño del desfile Roberto Cavalli primavera-verano 2019.
Un diseño del desfile Roberto Cavalli primavera-verano 2019.

Superado el vigésimo aniversario de la muerte de su hermano, Donatella Versace tradujo el barroquismo sexy de su firma a la caótica modernidad de ahora. Estaban los clásicos estampados de la casa más uno nuevo —Versace en tipografía de periódico sensacionalista—, y también había trajes flúor, conjuntos en pitón falso y otros de inspiración militar para relajar la córnea. Algo necesario en un desfile energético y saturado que, por supuesto, tenía su propia zapatilla de deporte, con gruesa suela blanca, llamada Chain Reaction. La carrera por introducir la zapatilla más aparatosa del mercado ha alcanzado cotas épicas: en el desfile de Dolce & Gabbana se podía encargar el modelo Super King, con piezas geométricas en el talón y suela de sierra, y Dsquared2 presentó The Giant, un modelo propiamente gigantesco en sintonía con el aguerrido estilo de su colección.

En París, esta es la temporada que certifica el triunfo del estilo urbano, con el debut de Virgil Abloh en Louis Vuitton, Kris Van Assche en Berluti y Kim Jones en Dior Homme. Un viraje que ha provocado que nombres como Lemaire presenten su colección en su estudio. Un formato más económico pero también más íntimo, que beneficia su elegante propuesta, donde el límite entre lo formal y lo informal se diluye gracias a proporciones amplias y delicado colorido, y que se aprecia mejor cuando lo puedes tocar.

Lo mismo ocurre con Loewe. Su ropa mezclaba la inspiración infantil (cuadros en colores planos o la efigie de Dumbo) y el gusto por lo artesanal en una intrigante mezcla que, en palabras de su diseñador, Jonathan Anderson, habla de hedonismo. "El que pervive en España, tan sensual y tan liberador. Sientes que puedes llevar lo que quieras, ya sea este top de croché o una camisa Oxford", afirma.

Un diseño del desfile de Versace para la temporada primavera-verano 2019.
Un diseño del desfile de Versace para la temporada primavera-verano 2019.

Pero para optimista, Dries Van Noten, que desfiló este jueves con una colección en la que ha colaborado con los herederos del diseñador danés Verner Panton. Versiones de los característicos dibujos serpenteantes del creador, fallecido en 1998, figuraban estampados sobre trajes de baño, trajes y parcas de nailon ligero. La colección empezó con básicos masculinos en tonos tranquilos para evolucionar, in crescendo, hasta culminar en un mosaico vivísimo de ropa insospechadamente deseable. La semana pasada el diseñador anunció un nuevo accionista mayoritario, Puig, que garantiza el futuro de su compañía, así que puede que la alegría venga de ahí (los responsables del grupo español estaban entre el público). O puede que el belga, en general, prefiera la luz a las sombras. "Queríamos jugar con el color. Si piensas en color piensas en los años sesenta. Y el mayor cliché de los sesenta es Verner Panton, así que decidimos contactarlos", dijo. La moda, hoy, no está para complicaciones. 

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