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Pájaros en peligro en La Albufera Esta primavera han vuelto a verse grandes concentraciones de aves, las más llamativas de flamencos, en zonas muy acotadas del Parque Natural de la Albufera de Valencia, uno de los principales humedales del Mediterráneo Por su localización, en l’Albufera se solapan las dos principales rutas migratorias europeas (la del Atlántico Este y la del Mediterráneo y Mar Negro), por lo que se trata de un enclave de alto valor para la conservación de las aves acuáticas migratorias. A pesar de haberse alcanzado durante las semanas previas el máximo histórico de más de 6.000 flamencos, apenas unas decenas permanecen en los últimos arrozales encharcados a finales de marzo, filtrando el fango con el pico y mostrando una imagen muy poco usual. Mònica Torres En este viaje nos acompaña SEO/BirdLife, que es una entidad conservacionista y científica dedicada al estudio y conservación de la biodiversidad y está especialmente ligada al seguimiento de las aves acuáticas en este humedal, considerado el tercero en importancia en la península Ibérica. Un seguimiento que consiste en conocer cuántas aves utilizan l´Albufera a lo largo del ciclo anual, cuándo lo hacen, dónde se encuentran y cómo usan los diferentes ambientes de este humedal: la laguna y su orla de vegetación natural y los arrozales. Mònica Torres En situaciones de escasez de alimento, como las que se viven en las últimas fechas en zonas todavía encharcadas en l´Albufera, las gaviotas reidoras y sombrías forman grupos mixtos con gacetas y méritos, a las que les roban las presas en cuanto las extraen del fango, proceso llamado cleptoparasitismo. Mònica Torres La gaceta común tiene en l´Albufera uno de sus principales zonas de reproducción del Mediterráneo occidental. Sin embargo, esperan a la inundación de los campos que tiene lugar con el inicio del cultivo de arrozal, a finales de mayo, para iniciar la nidificación, más tarde que en otros humedales donde la alimentación tiene lugar en ambientes naturales. Mònica Torres Con los arrozales secos, las garzas reales se ven obligadas a buscar alimentos en otros ambientes en que resulta más complicado encontrar alimento, como los canales de riego de hormigón, donde pueden capturar pequeños peces y cangrejos americanos. Mònica Torres Hasta hace pocos años una especie poco frecuente en l´Albufera; el morito común, es hoy en día una de las aves acuáticas invernantes más abundante en el parque natural, especialmente en enero y febrero aprovechando los trabajos de mangueo del arrozal. A finales de marzo apenas son unas decenas las presentes en l´ Albufera, donde los moritos comunes reproductores se ven obligados a cambiar su ciclo habitual y desplazarse a cultivos de hortalizas y naranjos del entorno en espera de la inundación del arrozal previo al cultivo. Mònica Torres Los motores de los arrozales situados en el entorno de la laguna de l´Albufera son los encargados de bombear el agua de los arrozales a los canales, dado que éstos se encuentran por debajo de la cota de agua de la laguna. El ritmo al que trabajan los motores determina la velocidad a la que los arrozales se secan y el uso que pueden hacer las aves acuáticas de éstos. Mònica Torres La progresión con la que las gaviotas sombrías están expandiéndose por nuestras costas, así como el creciente número de aves invernantes en España, tanto en el litoral como en el interior, son muestra de las características biológicas de una especie que ha hecho de la versatilidad y de la capacidad de adaptación a las más variadas circunstancias el argumento para sobreponerse a los inconvenientes de un mundo profundamente modificado por las actividades del hombre. Mònica Torres El Parc Natural de l´Albufera también está catalogado como humedal de importancia internacional por el Convenio Ramsar y forma parte de la Red Natura 2000, tanto por su importancia para las aves (ZEPA) como la presencia de hábitats de interés conservacionista (LIC). Es uno de los humedales de mayor importancia para las aves acuáticas en el contexto ibérico, europeo y mediterráneo. L´Albufera es un humedal clave para las aves acuáticas a lo largo de todo el año, dado que acoge importantes y representativas poblaciones de aves acuáticas tanto en la época de reproducción, como durante la migración e invernada. Mònica Torres Algunas ánidas, como este macho de cuchara europeo, aprovechan para descansar durante su migración prenupcial en los arrozales aún húmedos, en una estampa poco habitual. Mònica Torres Como sucedió con otras ardeidas, la garceta común fue víctima de una intensa persecución que tenía por objeto obtener sus vistosas plumas ornamentales, usadas en la fabricación de sombreros. Actualmente, las principales amenazas giran en torno a la degradación de los humedales o la reducción de su superficie. Se considera, igualmente, que la excesiva dependencia del cultivo de arroz que manifiesta puede suponer un problema de conservación a corto plazo si se modifican las superficies dedicadas a ese cultivo o los modelos de explotación. La garceta común aparece incluida en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Mònica Torres La gaviota de Audouin, entre las amenazas que se ciernen sobre esta rara especie, cabe citar la alteración del hábitat de cría, las molestias humanas durante la época reproductora, la reducción de la disponibilidad de alimento por la sobreexplotación pesquera y la depredación por parte de zorros, tejones y ratas, así como de la gaviota patiamarilla. La especie se encuentra incluida en el Libro Rojo de las aves de España. Mònica Torres El Bisbita pratense, es un paseriforme migratorio reproductor en herbazales de Centroeuropa. En invierno habita en medios encharcados, siendo muy abundante en los arrozales. La desecación paulatina de los campos desencadena que inicien su viaje de vuelta y poco a poco abandonen l´Albufera. Mònica Torres Los arrozales no solo son el paisaje más extendido, sino que juegan un papel clave para mantener la extraordinaria riqueza ornitológica de este espacio protegido: son el hábitat en el que se alimentan la mayor parte de las aves de l´Albufera. Mònica Torres Es en este momento cuando las aves migratorias no pueden detenerse (suponiendo un sobreesfuerzo extra alcanzar otro humedal en condiciones), las aves que aún permanecían se ven obligadas a abandonar el humedal, y las aves acuáticas que han empezado a criar sufren fuertes mortandades en sus colonias de cría. Al atardecer los bandos de méritos y gaviotas alzan el vuelo y abandonan los arrozales para acudir a sus respectivos dormideros. Mònica Torres Es bastante frecuente observar grupos de aves que menudean entre el barro a la captura de gusanos, insectos y batracios. Entre ellas se distinguen unas garzas estilizadas y completamente blancas que remueven el agua con sus patas; son garcetas comunes, una especie que está experimentando una expansión equivalente a la que registra el arrozal, cultivo del que parecen depender más estrechamente que otras garzas. Mònica Torres Los arrozales no solo son el paisaje más extendido, sino que juegan un papel clave para mantener la extraordinaria riqueza ornitológica de este espacio protegido: son el hábitat en el que se alimentan la mayor parte de las aves de l’Albufera. Garzas y limícolas conviven en el espacio, buscando distintos tipos de alimento. Mònica Torres Las áreas de reserva, con lagunas permanentes, son de gran importancia durante este período. Suponen santuarios para las aves que requieren de ambientes encharcados o inundados para reproducirse como el pato colorado o focha común, a las que proveen de hábitat para alimentarse y nidificar. Mònica Torres Según SEO/BirdLife, las ayudas deberían permitir que el vaciado de los arrozales se realizara de una manera más pausada, alargándose en el tiempo y permitiendo, de este modo, que las aves acuáticas que utilizan l’Albufera como lugar de parada en su migración puedan alimentarse. También deben favorecer más proactivamente el mantenimiento de agua en otros elementos del conjunto del arrozal, como son los canales pequeños y acequias, que constituyen el refugio de la biodiversidad de los arrozales cuando éstos han de estar en seco para ser trabajados. Mònica Torres Los ambientes encharcados suponen el hábitat de alimentación del morito común, que busca invertebrados acuáticos en el arrozal. En la foto se aprecia un campo en su proceso de secado. Mònica Torres Es a partir de marzo a abril que los campos permanecen secos para poder ser trabajados y preparar la tierra para la siembra. En los últimos años sin embargo, cerca de la mitad de la zona de los arrozales de l´Albufera permanecen secos durante todo el invierno, a la vez que el secado de finales de invierno se produce de manera mucho más rápida .Según la organización Seo/BirdLife, que es una entidad conservacionista y científica dedicada al estudio y conservación de la biodiversidad y ligada especialmente al seguimiento de las aves acuáticas en este humedal , considerado el tercero más importante en la Península Ibérica, estos cambios afectan directamente a las aves que llegan en sus rutas migratorias en busca de alimento para recuperarse del esfuerzo y prepararse para la siguiente etapa. Mònica Torres Al secarse los arrozales que se han mantenido en invierno inundados , aparecen las huellas de la presencia humana y su uso del espacio. Mònica Torres El equilibrio perdido tiene mucho que ver con la mala gestión del agua y con su escasez debido a esta mala gestión, y muy poco o nada con la sequía. Para recuperarlo hay que apoyarse en las ayudas agroambientales recogidas en los Planes de Desarrollo Rural: hay que exigir que estas ayudas se cumplan y que estén bien diseñadas para garantizar la adecuada inundación del arrozal durante todo el ciclo anual y no solo en la época estricta de cultivo. Mònica Torres Los motores marcan la separación entre las zonas bajas donde queda agua mientras se vacía y las zonas altas donde ya se ha secado los arrozales como en la foto. Mònica Torres