Azerbaiyán busca médicos portugueses con experiencia
Un tercio de los licenciados en Medicina no tiene plaza para cursar la especialidad en el país
O Braga o Bakú. Un tercio de los médicos portugueses se licencian y luego carecen de plaza para hacer la especialidad en su país. La alternativa es empleo precario o emigración. Una clínica de Braga, en el norte de Portugal, ofrece empleo por 800 euros, mientras que en la capital de Azerbaiyán son 12.000 euros, más casa y viajes gratis. Suponen los dos extremos de una profesión que vive pendiente de los presupuestos de la sanidad pública.
Por segundo año consecutivo, unos 700 médicos portugueses se han quedado sin poder acceder a una especialidad tras licenciarse. Suponen un tercio del total de licenciados. Tras los 112 de 2015 en esa situación, la cifra en los siguientes años ha saltado a los casi 700 cada ejercicio por los problemas presupuestarios del Ministerio de Salud, que no aumenta las plazas en los hospitales. En el Algarve, al sur, donde los pacientes se multiplican en verano, algunos hospitales han decidido contratar de forma temporal a médicos por 50 euros la hora, mucho más de lo permitido en el Servicio Nacional de Salud. Algunos internos de centros de Lisboa aprovechan la oferta para cogerse vacaciones en su puesto y trasladarse al Algarve, donde ganarán más del doble.
Este mercado de los médicos se ha revolucionado en Portugal con una reciente oferta de un hospital de Bakú, que promete salarios tan competitivos como Arabia Saudí: unos 12.000 euros al mes. Así, ha roto la banca de las ofertas de países europeos necesitados de estos profesionales.
Tampoco es que Azerbaiyán regale el dinero. Dicho hospital, inaugurado en marzo, exige a los candidatos inglés fluido, 10 años de experiencia y una especialidad, lo que dejará fuera de juego a muchos aspirantes.
El problema del médico luso es la falta de plazas para conseguir su especialización. De momento, el problema lo está resolviendo emigrando a Reino Unido e Irlanda, preferentemente, que no exigen ni experiencia ni especialidad y prometen un mínimo de 90.000 euros anuales, casi el triple que en Portugal. Dublín no es Bakú, pero tampoco Braga.
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