Los ocho detalles curiosos de la boda (y postboda) de Enrique y Meghan
El anillo de Diana, los problemas del vestido de Oprah, las deportivas de Serena Williams... Lo que sabemos 48 horas después del enlace del año
La boda de Enrique y Meghan, duques de Sussex, se convirtió en el gran evento del sábado 19 de mayo. En un soleado Windsor y entre decenas de rostros famosos, el hijo pequeño de Diana de Gales y Carlos de Inglaterra se casó con la actriz estadounidense en un enlace de película cargado de detalles, música y lágrimas de Doria Ragland, madre de la novia.
Más de 18 millones de británicos siguieron el enlace por televisión (13 millones de ellos a través de la BBC) y vieron cómo se desplegaba la pompa en la Capilla de San Jorge y cómo los novios paseaban sonrientes por los alrededores de la ciudad. Lo que no pudieron ver fue la parte posterior: la celebración para 600 personas en el mismo castillo y la recepción en la adyacente Frogmore House, una mansión del siglo XVII que acabó la noche entre fuegos artificiales.
Dicha fiesta, más nocturna, la ofreció Carlos de Inglaterra a los novios, que se cambiaron de ropa. Esa fue la única imagen que se pudo ver de la misma: la de los recién casados saliendo del castillo hacia la fiesta en un Jaguar personalizado y cargado de detalles.
Los detalles de dicha recepción se han ido desgranando principalmente gracias a las cuentas de Instagram de los invitados, en especial de los más famosos, que compartieron sus cambios de looks y así contaron un poquito más de la jornada. Estos son algunos de los detalles que se han ido conociendo.
La duquesa feminista
Poco después de la boda, la página web que se encarga de la información de la familia real británica publicó un perfil completo de Meghan Markle ya como duquesa de Sussex, donde se reúne información personal, profesional y de carácter filantrópico de la misma.
En ella destaca (literalmente, puesto que aparece en medio del texto resaltada y aparte) una frase: “Estoy orgullosa de ser mujer y ser feminista”. Nada extraordinario en el caso de Meghan, que se ha declarado feminista en palabras y gestos en más de una ocasión, pero sí muy reseñable en una institución ciertamente inamovible con cientos de años a sus espaldas.
El coche, personalizado
Los novios abandonaron el castillo en dirección a Frogmore House en un Jaguar de 1968, pero no uno cualquiera. Era descapotable, de color azul (un tono muy usado en las bodas) y estaba adaptado para que fuera eléctrico; de hecho, era tan moderno que llevaba una tablet en el salpicadero. También llevaba el volante a la izquierda, al revés que los vehículos británicos.
Además, la matrícula estaba personalizada: sus números eran la fecha de la boda de los recién casados. Un detalle que fue similar en el coche que usaron Guillermo y Kate en su boda, de la que se marcharon en un Aston Martin en cuya matrícula trasera se leía Just Wed, recién casados.
El anillo de Diana en el dedo de Meghan
Para la recepción en Frogmore House, los novios cambiaron sus trajes de día por otros más nocturnos. Así, Enrique llevó traje negro con pajarita, mientras que la novia apostó por un vestido largo en blanco con escolte halter de Stella McCartney y zapatos de Aquazzura a juego, con el detalle de que las suelas estaban pintadas de azul.
El detalle más importante del cambio estaba en su dedo. La duquesa de Sussex lució un anillo con una gran aguamarina en su mano derecha. Ese anillo fue el sustituto del gran zafiro azul que llevó Diana tras su separación del príncipe Carlos. El zafiro fue el anillo de pedida del príncipe Guillermo a Kate Middleton en 2010, mientras que la aguamarina que lució Diana durante su último año de vida (lo estrenó con un icónico vestido de Versace azul en la ópera de Sidney en 1996), que se compró ella misma y que supuso la imagen de su independencia, lo lleva ahora Meghan como regalo de su ya marido.
Serena Williams, en deportivas
La laureada tenista Serena Williams es muy amiga de Meghan Markle, y acudió a la boda junto a su marido, el empresario Alexis Ohanian. Además, llevaron también a su hija, Alexis Olympia, de nueve meses, como mostraron en sus redes.
Si para la ceremonia Williams llevó un vestido rosa empolvado de Versace, para la fiesta posterior se puso de tiros largos con un diseño de top negro y falda floreada diseñado por la casa Valentino, además de un impresionante collar de diamantes y piedras preciosas de Bvlgari. Pero la tenista dijo adiós a los tacones y abrazó unas cómodas deportivas. “Me gusta estar cómoda en las noches largas”, confesó.
Oprah Winfrey y su vestido contrarreloj
Se desconoce si la empresaria y presentadora Oprah Winfrey acudió a la recepción posterior y si se cambió de vestido, pero lo cierto es que ya tuvo bastante con el primero, el rosa empolvado de Stella McCartney que llevó a la boda.
Como ella misma contó en su cuenta de Instagram, el día anterior al enlace tuvo un problema con el color del vestido, puesto que parecía demasiado blanco (y no era cuestión de deslucir a la novia) y pidió un cambio urgente al taller, que estuvo trabajando sin descanso toda la noche anterior para lograr que fuera del color rosa empolvado que ella deseaba. En cuanto al sombrero, lució una pieza vintage de Philip Treacy con plumas nuevas.
Una fiesta con menú de fiesta
Para la recepción (ofrecida por la reina) a los 600 invitados a Windsor, se les sirvió un menú con siete entrantes (entre los que había espárragos ingleses a la plancha con jamón de Cumbria, croquetas de cordero de Windsor o tartar de tomate y albahaca), tres comidas principales servidas en un cuenco (fricasé de pollo con puerro y setas, risotto de menta y guisantes con crujiente de parmesano y aceite de trufa y cerdo de Windsor asado durante 10 horas con compota de manzana), tres canapés de postre (maccarons de champán y pistacho, tartaletas de crème brûlée de naranja y tartaletas crujientes de ruibarbo) y la tarta de limón y flor de saúco cubierta de crema de mantequilla y flores naturales.
En la recepción de Frogmore House la fiesta se alargó y acabó de madrugada con fuegos artificiales tiñendo el cielo de Windsor. Para la fiesta se diseñó un menú acorde, con bebidas hawaianas y africanas e incluso con recena a base de hamburguesas, según cuenta The Guardian.
El ramo, en Westminster; las flores, a un hospicio
Como es costumbre entre las novias de la realeza británica, el ramo de Meghan ha sido depositado en una tumba a un soldado caído en la abadía de Westminster. Del mismo modo que se hizo con el ramo de Kate de Cambridge en 2011, las flores de la duquesa de Sussex han ido a parar a la tumba al soldado desconocido de la abadía, donde reposan adornados con un lazo rosa.
El resto de las flores de la boda, provenientes de los arreglos florales creados por Philippa Craddock, se han donado al Hospicio de Saint Joseph, que cuida de personas con enfermedades graves y de mayores. En él, cada paciente ha sido obsequiada con un ramo para cada uno de ellos.
Thank you @philippaflowers and Meghan and Harry for the #royalwedding flowers. All our patients got a stunning bouquet and the hospice smells and looks gorgeous. An amazing gesture, you're all very kind ❤ pic.twitter.com/o7YbUOslxC
— St Joseph's Hospice (@StJoHospice) May 20, 2018
Priyanka Chopra y el estilo princesa… Diana
La actriz y Miss Mundo Priyanka Chopra decidió llevar en la recepción posterior a la boda un vestido de Dior, con falda de tul cuajada de cristales y escote asimétrico.
Además, Chopra hizo un guiño (voluntario o no) a la princesa Diana, difunta madre del novio. En vez de lucir un bolso tipo clutch, característico de este tipo de eventos, se decidió por un bolso de asa corta acolchado, también de Dior. Así, llevó un Lady Dior, un bolso clásico de la casa que tomó ese nombre de Diana: ella lo usaba con frecuencia y, dos años después de su creación, la maison le preguntó a la princesa si podía ponerle su nombre, a lo que ella accedió encantada.
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