Así hemos contado la boda entre Meghan Markle y Enrique de Inglaterra
Así se ha vivido el enlace entre el príncipe británico y la actriz estadounidense
El príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle se han casado este sábado en la ciudad de Windsor, entre grandes fastos y multitudes. El enlace ha comenzado a la una de la tarde. Tras la ceremonia, que ha durado una hora, está teniendo lugar un paseo de los recién casados en carroza por Windsor, la localidad a una hora al oeste de Londres en la que se calcula que han asistido unas 100.000 personas. Al final del paseo de Meghan y Enrique de Inglaterra, de una media hora, se ha cerrado el telón y ha empezado la parte privada de la boda, con un almuerzo ofrecido por la abuela del novio, la reina Isabel II, en el castillo de Windsor y una fiesta de noche en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio.
Varios medios internacionales como Harper's Bazzar, Cosmopolitan o The Sun han asegurado que el asiento vacio que se pudo ver al lado del príncipe Guillermo durante la ceremonia era un tributo a Lady Di. Tal y como apuntan los citados portales ese lugar estaría reservado para la madre del novio que falleció en 1997 en un accidente de tráfico en el puente del Alma en París.
Kate Middleton ha llevado hoy el mismo vestido que lució en el bautizo de su hija Carlota. ¿El motivo? No eclipsar a su cuñada Meghan Markle.
Sin dejar de ser una ceremonia solemne, el enlace del príncipe Enrique y Meghan Markle ha roto con la tradición con varios gestos insólitos. Los repasa desde Londres María Contreras.
Carlota de Cambridge, la hija pequeña del príncipe Guillermo y Kate Middleton, es capaz de enamorar a los ingleses en cada aparición pública que protagoniza. Esta mañana tras la boda de su tío Enrique con Meghan Markle la pequeña ha sacado su lado más gamberro y se ha lazado a enseñar la lengua a los periodistas que estaban congregados en ante la capilla de San Jorge en Windsor.
La reina se despide. El palacio de Kensington ha subido a sus reyes una curiosa instantánea: la de toda la familia real diciendo adiós a los novios, flamantes duques de Sussex, ya recién casados, cuando se montan en el Ascot-Landau para recorrer las calles de Windsor.
La tarta está lista. Como tuitea el palacio de Kensington (residencia oficial de Guillermo y Enrique), la tarta se servirá en la recepción que se ofrecerá a los 600 invitados elegidos entre los 2.640 que han sido invitados a la ceremonia en sus alrededores. Diseñada por Claire Ptak, repostera californiana con obrador en Londres, se ha creado con sirope de flor de saúco recogido en Sandringham, residencia de la reina, en sus propios árboles. La base es de bizcocho, en una mezcla especial creada para los novios.
Nuestro corresponsal en Londres Pablo Guimón narra cómo se ha vivido en Windsor la boda del año.
Esta no es la primera vez que vemos a Meghan vestida de novia. Al final de su participación en la serie Suits, aparece lista para casarse con un diseño de tirantes, escote en uve y falda abullonada. Un estilo muy diferente al diseño depurado, de manga larga y con inmenso velo de cinco metros que ha lucido en su auténtica boda junto al príncipe Enrique.
Doria Raglan, la madre de la novia, no ha podido contener las lágrimas al ver a su hija casarse con Enrique de Inglaterra en la capilla de San Jorge.Al final de la ceremonia, a igual que en los días previos, ha recibido el apoyo del príncipe Carlos que ha estado junto a ella en un momento tan emotivo.
Más detalles del look de la novia. El palacio de Kensington ha dado más detalles del vestido, el velo, las joyas y los complementos de Meghan, duquesa de Sussex. El velo estaba bordado con las 53 flores de cada país de la Commonwealth, mientras que el vestido estaba diseñado por Givenchy y los zapatos también, a juego. En cuanto a las joyas, además de la tiara de la reina Mary, llevaba pulsera y pendientes creados por Cartier. Además, llevaba su anillo de pedida, creado a partir de una joya de Diana de Gales.