La butaca metálica negra es de la serie Hee, de Hay.
Rodeada de higueras, palmeras, pinos y olivos, esta casa con vistas a la bahía de Naoussa, en el mar Egeo, pone al día la tradición mediterránea de construir con muros gruesos de piedra encalados para aislar la vivienda del frío y el calor.Fiel a la tradición mediterránea, el dueño de la vivienda, el belga Diederik van Rengen, ha hundido el salón para convertir bancos de obra en repisas y sofás. Los cojines son de la empresa finlandesa Bonden Living, la gran tinaja servía para guardar aceitunas y proviene de la isla de Ios. La lámpara de mesa Lumina Flo es un diseño de Foster & Partners para Flos y la escultura de mármol es de Agapito Miniucchi.La cocina tiene una puerta que da acceso directo al jardín. Con armarios bajos y toda lacada en blanco, como las paredes, contrasta con la mesa del comedor (de nuevo con banco y almohadones), que Van Rengen pintó de azul oscuro.
Los asientos metálicos Hee, de Hay, amueblan el interior y el exterior de la casa. Hay modelos en blanco y negro, y en formato silla y butaca.El propio Diederik van Rengen diseñó la mesa blanca lacada sobre la que trabaja con vistas al mar Egeo, así como el asiento minimalista que la acompaña. La alfombra Flokati es de lana larga. La lámpara es el modelo Abele que el desaparecido Gianfranco Frattini ideó en los años setenta para la empresa Luci. Como el resto de la casa, el baño combina mármol blanco, travertino y muros de piedra. Aquí las repisas son utilizadas como estantes. También el dormitorio rinde culto al credo minimalista del menos es más que adelantó Mies van der Rohe. La cama es un diseño de Van Rengen. La colcha es de Society. Diederik van Rengen desciende de la azotea-solárium de su casa. Junto a la puerta de la cocina se encuentra la única concesión al color de la vivienda: una buganvilla. La butaca negra es una silla Panton vintage, un modelo que hoy produce Vitra.
