Los padres de Nawai [nombre ficticio] huyeron a la República Democrática del Congo en 2016 con el recrudecimiento del conflicto, y ella fue secuestrada junto con sus dos hermanas mientras caminaban hacia casa. Una de las dos menores fue devuelta a la aldea días después, ya que no paraba de llorar. Durante dos años, Nawai, que hoy tiene 15 años, compartió una habitación pequeña con otras chicas del grupo y se vio obligada a cocinar, limpiar y buscar agua para los hombres armados. "Una vez me pidieron que recogiera agua, y cuando volví, dijeron que me tomaba demasiado tiempo y amenazaron con golpearme", recuerda. Ahora quiere regresar a la escuela.
La última liberación de menores de las filas de grupos armados forma parte de un proceso apoyado por Unicef y ha tenido lugar en la comunidad rural de Bakiwiri, a una hora en coche de Yambio, en el estado de Equatoria Occidental. Durante la ceremonia, los niños fueron formalmente desarmados y provistos de ropas civiles. Ahora se llevarán a cabo exámenes médicos y los niños recibirán asesoramiento, formación profesional y apoyo psicosocial. Se proporcionará asistencia alimentaria a sus familias durante tres meses.