Maniqueísmo antievangélico
Mi diario de cabecera —EL PAÍS— incurre una y otra vez en análisis sesgados y maniqueístas sobre el papel de las Iglesias evangélicas en la política Latinoamericana. Se ofrece una visión distorsionada, desproporcionada y estigmatizante de los evangélicos latinoamericanos, confundiendo la parte con el todo. Por ejemplo, consignar a la Iglesia IURD de Brasil un papel representativo del “poder evangélico”, cuando la inmensa mayoría de las instituciones evangélicas dentro y fuera de Latinoamérica no reconocen su carácter evangélico, es un error periodístico de bulto que hubiera sido fácil contrastar. Sugerir que “la comunidad evangélica” (sic) salió a celebrar el rechazo al acuerdo de paz con las FARC en Colombia y que, con su presunta campaña a favor del no, “le recordaron al país que son capaces de hacer frente al 70% de ciudadanos que se confiesan católicos y torcer una elección” (sic)… ¿A qué viene ese maniqueísmo? ¿Desde cuándo ser evangélico es ser “ultraconservador” y ser católico lo contrario?— Jorge Fernández Basso. Responsable de prensa de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.